“Salva” zodiaco chino al planeta

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Benjamín Pacheco López

Guanajuato, Gto. 26 de octubre de 2011.- Los doce animales que integran el zodiaco chino se unieron para salvar al planeta Tierra de la basura, ritmo de vida agitado que genera contaminación, así como de la radiación que mata a los ríos, según se apreció en la puesta The dragon child de la compañía China Children’s Arts Theatre.

China Children Art Theatre en acción en el Teatro Principal (Foto: Especial FIC)

El grupo, especializado en el manejo de marionetas y recursos visuales que impactan por su sencillez y precisión, presentó una obra acorde al tema de la edición 39 del Festival Internacional Cervantino (FIC) “Los dones de la naturaleza”.

De esta forma, el Teatro Principal fue sede de un programa pensado especialmente para los niños, quienes conocieron la historia de Lilly —a partir de un relato de Mu Xing—, una pequeña de doce años que crece bajo la tutela del gallo, la oveja, la rata, el perro, el tigre, el conejo, el mono, el cerdo, el caballo, la serpiente, el toro y un dragón.

La obra destaca por el manejo de las marionetas por medio del llamado “teatro negro”, en el que los actores se disfrazan de dicho color para engañar el ojo y facilitar la ilusión de movimiento de bambús, la construcción de una cabaña, los primeros meses de un bebé y el vuelo de un dragón.

Al mismo tiempo, el nivel de detalle en la escenografía y los disfraces resultó espectacular para el público, así como la iluminación que realzó el dramatismo de la obra, centrada en el mensaje de un insensible comportamiento humano que terminará por provocar la escasez de agua y el fin de la vida.

La historia cuenta el nacimiento de Lilly y su educación por parte de los animales citados: aprende a caminar, hablar, escuchar, escribir y jugar, mientras vive en una pequeña cabaña al lado de un río.

Los animales, cuya esencia estuvo muy bien caracterizada por los actores chinos, se encargan de enseñarle un mundo hermoso que tiene que cuidarse; posteriormente llega el progreso social con la consecuente contaminación y falta de cuidado hacia la naturaleza.

Lilly se da cuenta que todo converge en un progresivo envenenamiento del agua, por lo que se da cuenta que están en peligro de morir; el dragón, atraído por la preocupación de la niña, despierta y rehumedece la tierra a través de su poder mágico, donde se nota la cura en una flor casi marchita.

The dragon child destaca por ser la primera producción internacional de la compañía fundada en 1956; también porque participa el laureado Peter J. Wilson, quien formó parte de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos realizados en Sydney, Australia, en el año 2000.

Al final, la historia resulta conmovedora y accesible para los niños, quienes se llevan a casa un mensaje de crecimiento y la necesidad de vivir en armonía con el medio ambiente.