Como siempre, la naturaleza tolerando y apapachando a una especie a la que, aun cuando no nos lo merecemos, siempre nos da una segunda oportunidad. Y para muestra lo que hoy ocurre en nuestro periodo de lluvias.
Pero antes hagamos un recuento de lo que las lluvias de verano han sido en la Mesa Central. Primero se presentó con sobrados bríos al registrarse dos sistemas ciclónicos por litoral, para después retirarse por un periodo de casi dos semanas y preocupar a más de uno; incluso se enviaron algunas plegarias, supongo que al cielo, y hasta algún oportunista político aprovechándose de la ignorancia, o mejor digamos buena fe de algunas personas, tomóesta situación para suplicar a su manera y pedir por un buen temporal.
Pero vayamos a lo serio, que en verdad lo es: esto se refiere al periodo de la canícula que hasta hace algunas semanas se comentaba con una gran incertidumbre al interpretarse en ese momento como un periodo muy bien marcado. Hoy, afortunadamente, sin echar las campanas al vuelo, las lluvias se van generalizando y han provocado escurrimiento hacia algunos vasos de almacenamiento bastante importantes en el estado de Guanajuato.
Si bien es cierto que las fechas en relación a la canícula, que es a partir de mediados de julio y hasta casi el final de agosto, tiene una gran posibilidad de entrar mojada y con esto me refiero al iniciar el día 15 de julio con lluvias. Esto puede ser así, aun cuando somos indiferentes al cambiar el uso de suelo y con ello deforestar sin reforestar y aun cuando las instituciones creadas para el cuidado del medio ambiente son letra muerta y solo algunas asociaciones civiles actúan sin interés alguno de una mejor forma.
Bueno pues nada hace más daño que la indiferencia que mostramos la gran mayoría, ya que tristemente de toda la población mundial solo entre el 3 y 5% se preocupan por el futuro. ¡Qué lamentable es que la sociedad actual, con una gran voracidad y gran capacidad destructiva, sea la que domine! Esperemos no lamentar lo que hoy podemos prevenir. Recordemos que no siempre tenemos otra oportunidad.
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Nativo de Guanajuato, se inició en la meteorología a la edad de 17 años con Luis Miguel Campos Castillo. Trabajó con el Ing. Miguel Izaguirre Mendoza responsable de la meteorologia, sismologia y astronomía de la UG. Fue jefe del observatorio ante la ahora desaparecida SARH. Su formación la adquirió con el Servicio Meteorológico Nacional y dentro del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua con sede en el estado de Morelos. Ingresó a la CONAGUA en 1991 y hasta el 2007 como instructor y jefe del Observatorio Meteorológico de Guanajuato. Forma parte del personal de la UG desde 1982.