Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 06 de julio de 2012.- La pianista Ana Cervantes, intérprete de trayectoria internacional residente en Guanajuato, consideró que el arte y la creación, además de engrandecer el espíritu, serían una buena medicina para contrarrestar la violencia del país y del mundo.
En este sentido aclaró que no se trata de tener un grupo concertista en alguna esquina, en las calles más difíciles en materia de seguridad, como Neza o alguna otra, sino “tenemos que poner a trabajar la imaginación y la creatividad artística para poder involucrar a la gente”, pntualizó.
Durante una conferencia de prensa en el Teatro Juárez, en la que anunció que presentará un concierto de música contemporánea, bajo el título de Siete Vuelos y un Visionario, en la edición número 40 del Festival Internacional Cervantino, la pianista reconoció que en su caso le gusta provocar la nueva creación musical, “como una partera musical” y promover las nuevas composiciones y autores.
Graduada del Bard College, Ana Cervantes ha enseñado en la Facultad de Artes de la Universidad de Princeton, en el Conservatorio Westminster de la Rider University (E.U.), y en la Escuela de Música de la Universidad de Guanajuato (México).
En su intervención, la intérprete expuso que todas las instituciones, desde las hacendarías hasta las de seguridad, el mismo Ejército, necesita del arte para recuperar el sentido de las cosas, lo humano. “Yo no soy ni socióloga ni experta en esas cuestiones pero sí sé que poetas como Lirio Garduño, una poeta que ha sido galardonada con premios internacionales, durante tres o cuatro años, todas las semanas iba al Tutelar de Menores Infractores, para ofrecer un taller que primero fue de lectura y después de un tiempo también de escritura y eso les cambió la vida”, explicó.
De acuerdo son sus planteamientos, “En el momento en que te entra el gusano de querer escribir un poema y hacerlo bien, de repente tienes algo que perder en tu vida; y esos chavos que unen a las pandillas del narco y esas cosas, no tienen nada que perder”.
La pianista, que es hija de padre mexicano y de madre estadounidense (Nebraska), dijo que se sabe estadísticamente que esos muchachos con suerte llegarán a los 25 años de edad, porque la mayoría morirá antes.
“Solo la idea de tener algo que perder, la posibilidad de tener una voz propia, es lo que te hace cambiar”, en ese esfuerzo se tiene que poner el entusiasmo y el ánimo “el mismo presupuesto y la misma ingenuidad, que hemos puesto en otras iniciativas, que lo siento, pero no funcionan”.
Por tal motivo, concluyó, habría que llevar la música, las artes escénicas, la plástica, la literatura y en general todas las artes a todos los ámbitos, para cambiar las cosas cambiando la gente.
Cabe señalar que el próximo 8 de julio presentará su más reciente proyecto musical en el auditorio Blas Galindo del Cenart, en la ciudad de México.
