
Dentro de los reconocimientos que ha recibido Ringo Starr podemos incluir la Orden del Imperio Británico, entregada de manos de la Reina Isabel II en el Palacio de Buckingham (por esos días, Lennon ironizó ante la realeza en una actuación de The Beatles en el Royal Variety, los de los asientos baratos aplaudan… el resto de ustedes hagan sonar sus joyas, poniendo de relieve la poca importancia que le concedía a tal distinción; al bien portado Paul le valió, años después, el nombramiento de Sir). Otro reconocimiento importante fue el Óscar de la Academia por la banda sonora de la película Let It Be en 1970, así como la introducción al Salón de la Fama del Rock and Roll de The Beatles en 1988. Sin embargo, estas distinciones las recibió en calidad de integrante de la famosa banda de Liverpool, o sea, con una pequeña ayuda de sus amigos.
Hablando del Salón de la Fama del Rock and Roll, podemos decir que es una institución que, desde hace más de 25 años, se ha adjudicado el derecho de seleccionar, supongo que con un jurado serio y profesional, a aquellos músicos que le han dado lustre al rock and roll, con un impacto definitivamente mundial. De mi parte no dejo de advertir en el criterio de las selecciones de esta institución establecida en Cleveland, si bien un claro reconocimiento a los artistas que le dieron origen al rock and roll, como Chuck Berry, Little Richard, Sam Cooke, Fats Domino, por supuesto que Elvis Presley, Everly Brothers y Jerry Lee Lewis, entre otros no menos notables, una cierta inclinación posterior hacia el pop, lo cual a mí en lo particular no me molesta, claro que siempre y cuando se trate de distinguir a músicos de alto nivel de calidad. No obstante, esto sí fastidia a los fanáticos del Heavy Metal, por ejemplo, estilo musical que no tiene cabida en el recinto.
Tras la separación de los Fab Four, John Lennon, después de su lamentable muerte, fue incorporado al Salón de la Fama en 1994, luego Paul McCartney en 1999 y George Harrison en el 2004. Ringo tuvo que esperar once años más para ser considerado con este honor, pues finalmente, el 19 de abril del 2015, fue aceptado en el Salón de la Fama, en la categoría de Premio a la Excelencia Musical, muy bien acompañado de músicos legendarios, como el icono Lou Reed y Stevie Ray Vaughan con su banda de blues rock Double Trouble, además de la banda contemporánea Green Day, el grupo ochentero Hard Rock Joan Jett & The Blackhearts, el cantante y compositor Bill Withers, The Paul Butterfield Blues Band y The “5’” Royales.
Por alguna razón que desconozco, a Ringo Starr se le llegó a negar capacidad técnica como baterista. Él mismo opinaba sobre sí mismo: no soy muy bueno en temas técnicos. Ahora se discute si las opiniones adversas surgían de la forma como manejaba las baquetas, siendo un zurdo natural y tocando un equipo de batería para diestros. Circula la versión de una entrevista en la que preguntaron a Lennon si Ringo era el mejor baterista del mundo, a lo que supuestamente contestó, creo que de hecho no es ni siquiera el mejor baterista de los Beatles. Sin embargo, también se asegura que esta frase fue dicha en tono de broma, ya que Ringo no participó en la grabación del sencillo The Ballad of John and Yoko, ya que por entonces se encontraba filmando una película y con la urgencia de sacar el sencillo, John le pidió a Paul que actuara como baterista. Creo que el tono bromista de John parece indiscutible, puesto que para la grabación de su primer álbum de estudio John Lennon/Plastic Ono Band, fue a Ringo a quien llamó para solicitar su colaboración en la batería.
De cualquier forma Richard Starkey, nacido en 1940, con una infancia enfermiza, que incluyó una estancia prolongada de dos años en un hospital, debido a una pleuresía que le afectó a los 13 años, pero que le permitió aprender a tocar los tambores en las clases de música que allí se impartían. Ese joven de ojos azules, con anillos en todos los dedos, que escuchaba jazz, skiffle, country, y el rock and roll de Bill Halley, Johnny Ray y Frankie Lane, y quien siendo ya un baterista profesional que tocaba con la banda The Hurricanes, le tocó la fortuna de sustituir en 1962 a Pete Best, el baterista que hasta entonces había acompañado a The Beatles en los recorridos de su etapa temprana, tocando en las giras por Alemania y en la famosa Caverna, pero que no fue del agrado de Brian Epstein, y es ahora parte indisoluble de la leyenda del cuarteto de Liverpool y el mundo lo grita… ¡John, Paul, George y Ringo! Su calidad como baterista no tiene discusión y esto es apoyado por la opinión generalizada de músicos expertos y de sus colegas baterista de todo el mundo. George Martin, el extraordinario productor que colaboró con The Beatles prácticamente en toda su discografía, resaltaba el tremendo sentimiento que ayudaba a conseguir el tempo justo y el ritmo de fondo sólido y roquero que identificaba a las canciones de la banda.
Para la celebración de la entrada de Ringo al Salón de la Fama, se decidió dedicarle un tributo, consistente en un video conteniendo breves entrevistas con algunos de los más brillantes bateristas contemporáneos. Así, Jim Keltner, Stewart Copeland, Dave Grohl, Chad Smith, Tré Cool, Max Weinberg, Taylor Hawkins, Abe Laboriel y Ahmir Questlove Thompson, expresan, sentados frente a una batería de la marca Ludwig con el logo de The Beatles, lo que ha significado para ellos la inspiración de Ringo Starr, y la influencia que ha ejercido sobre miles de bateristas de todos los rumbos del planeta (este interesante video se encuentra fácilmente en YouTube)
Por su parte, la revista Rolling Stones, que permanentemente elabora listas de los mejores exponentes del Rock and Roll, y que quiérase o no representa un muy significativo referente con respecto a la valoración de los méritos cualitativos de los músicos de rock, ubica a Ringo Starr en la quinta posición de los mejores bateristas de todos los tiempos.
Si se busca comparar la importancia de cada uno de los integrantes del cuarteto, ciertamente que sobresale el impacto de Lennon y McCartney como compositores de la mayor parte de producción beatle, seguido de lo que fue la progresiva suma del material de Harrison. Ringo apenas contribuyó con la composición de dos canciones, Don´t Pass Me By del álbum blanco y Octopus´s Garden del disco final Abbey Road, teniendo además participaciones como cantante, destacando sin duda Yellow Submarine y With a Little Help From My Friends, que lo identificaban plenamente ante el gran público.
Más allá de las opiniones expertas, los millones de admiradores de The Beatles, siempre hemos apreciado en Ringo su inapreciable buen humor, su gran carisma, su especial bonhomía, cualidades que vertía en el revestimiento de la personalidad global del grupo, pero también reconocemos su enorme capacidad y talento como baterista. ¿Cómo confirmarlo? Escuchemos cualquier canción de la banda buscando destacar el sonido de la batería y lo mínimo que podremos encontrar será el ritmo, la elegancia y el sentimiento justo para cada canción, colaborando por lo tanto en la textura integral de la composición, sin alardes de solos extensos o sonidos frenéticos. Pero no necesitamos escudriñar mucho para encontrar interpretaciones que son joyas de la música popular contemporánea. Cada quien puede tener sus gustos, a mí me deleita y nunca deja de sorprenderme la precisión de los platillos y redobles en Day Tripper, la sencillez y discreción en Baby It´s You, el ritmo orientalmente bailable de Baby You´re A Rich Man, el sofisticado refinamiento en Come Toghether, escuchen el ritmo rockero de She´s a Woman, el único y extraordinario solo en The End ¡Caray! no encuentro una canción desajustada. Sin embargo, si se me permite expresar cuál es mi favorita, no dudo en escoger el tremendo retumbar metafísico de la innovadora Tomorrow Never Knows.
¿Su relevancia como músico en solitario? Me parece que si bien no alcanza el nivel de sus camaradas de banda, no desmerece de ninguna manera con respecto a la relevancia de otros músicos de Rock and Roll ya ubicados dentro del Salón de la Fama. Su producción es extensa, con más de dos decenas de álbumes grabados, desde Sentimental Journey en 1970, hasta Postcards From Paradize editado en el presente año, y como muestra de algunos de sus éxitos memorables, podemos incluir canciones particularmente destacadas de la década de los setenta, como Photograph, You´re Sixteen, Only You, Beaucoups of Blues, Oh My My y las más representativas It Don´t Come Easy y Back Off Boogaloo, ambas con un ritmo acompasado y excitante de batería, el sello excepcional de Ringo Starr.
¿Ringo Starr al Salón de la Fama?… Sí, así es en efecto.