Hay talento, pero falta dinero para crear la vacuna anti COVID-19

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Guanajuato, Gto.-Ante el avance de la Pandemia del Covid-19 en el mundo,  un numeroso grupo de científicos e investigadores en varios países, están poniendo todo su esfuerzo y conocimiento para crear la vacuna que acabe con el letal virus que ya ha cobrado la vida de miles de personas. 

En el caso de México que ya se encuentra en la lista del top ten, con mayor número de contagios de coronavirus, también se han hecho muchos esfuerzos y hay contribuciones importantes en distintos estados  del país como las que se realizan por parte de la Universidad de Guanajuato.

En la entidad, la doctora  María Cristina Del Rincón Castro,  profesora-Investigadora en la División de Ciencias de la Vida del Campus Irapuato-Salamanca, conjuntamente con un equipo de investigadores trabajan en la creación de una vacuna para la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2.

“Estamos trabajando en la primera etapa de la investigación; todos los procesos de  elaboración de una vacuna contra cualquier virus, son extremadamente largos y prometer un resultado temprano sería poco ético, además de arriesgado”.

Explicó que en la investigación hay una serie de etapas que hay que seguir de manera paulatina siguiendo en método científico y están en la primera etapa que “consiste en la sobreexpresión de una de las principales proteínas del SARS COv2, se llama proteína F que es la que forma esas espinitas que le dan el nombre de Coronavirus”.

“Esa proteína es la vía de entrada a las células, sobre todo por los alveolos pulmonares en las personas infectadas; la idea es producir esta proteína en exceso para poder, posteriormente, fabricar o producir anticuerpos en animales alternos como ratones o conejos”, añadió.

En entrevista telefónica, indicó que están trabajando  con una opción que no maneja al virus activo  por cuestiones de seguridad, sino que están en el área de las vacunas denominadas Recombinantes, esto significa que están trabajando solamente con una de las proteínas que producen esos virus para expresarlas en un sistema alterno.

La investigadora narró que ellos recibieron ese gen por parte de la Universidad de california, en San Diego y a través del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados  (Cinvestav) con quienes están colaborando estrechamente en este proyecto.

Expuso que lo que hacen en este caso “es que al gen que codifica para esa proteína,  lo metimos en unos virus que solamente se reproducen  en insectos, que nunca,  en más de 500 años ha habido reportes de que estos virus denominados vacunovirus hayan infectado vertebrados”.

“La idea es tener este sistema alterno, para que solamente en células de insectos infectados con este virus alternativo que no tiene nada que ver con el SARS COv2, pero si podamos expresar grandes cantidades de esta proteína con propósitos  para posteriormente utilizarla para la producción de la vacuna, a grandes rasgos esa es la etapa en la que estamos”.

HAY  TALENTO, PERO NO RECURSOS.

Sin embargo, el talento, el esfuerzo y la dedicación no son suficientes y se requiere dinero para continuar con las investigaciones, para lo que ya han solicitado un apoyo de un millón de pesos a Conacyt, ya que el dinero que aporto la Universidad de Guanajuato por 160 mil pesos, aunque importante, solo ha servido para echar a andar esta investigación.

“Desafortunadamente contamos con recursos escasos, ahorita tenemos el apoyo inicial, el detonante para comenzar en este proyecto es el que nos da la universidad de Guanajuato que si bien es muy importante, es insuficiente debido a los altos costos que tienen investigaciones de este tipo”.

En este sentido, comentó que están buscando fuentes de financiamiento y ya se presentó esta propuesta  a Conacyt,  además se está buscando, junto con sus colaboradores de Cinvestav, apoyos incluso a nivel internacional, “porque evidentemente el problema es el recurso económico”.

Explicó que en otros países del llamado primer mundo, se inyectan mucho recurso para la producción de esas vacunas, “son grupos de investigación muy grandes y aun así, eso no merma nuestro espíritu de tratar contribuir porque nosotros tenemos 30 años trabajando  con este grupo de virus en insectos como un sistema para la expresión de vacunas”

Cabe señalar que en este proyecto participan el doctor José Ibarra de Cinvestav, sede Irapuato y aún no se define el doctor que los apoyará en el área de Inmunología, pero seguramente serán de la sede Zacatenco y de la Universidad de Guanajuato hay dos estudiantes de posgrado involucrados en el desarrollo con trabajo en esta primera parte de la investigación.

AUN FALTA PARA CONTAR CON UNA VACUNA

Finalmente la investigadora consideró que hay que ser extremadamente cuidadosos para comprometer tiempos para tener una vacuna contra el COVID-19, porque los procesos en la investigación son tardados y complejos por lo que señaló que por rápido podría estar en año y medio.

“Una vacuna en el muy cercano plazo de una forma muy acelerada de resultados para ya tener pruebas en humanos lo mínimo serían 18 meses; nosotros tenemos apenas un par de meses trabajando en la producción de este virus entonces yo estimo que tener un resultado tangible después de haber pasado toda la etapa de investigaciones,  mínimo de 18 meses para tenerla”.

Explicó que hay vacunas que pueden tardar hasta 5 años en concretarse, porque no basta con producir  una vacuna a nivel laboratorio, hay que hacer muchas pruebas de eficiencia, de efectos secundarios, de escalamiento industrial, todas estas pruebas  lo que más consumen es tiempo, por eso hay que considerar esto para no prometer cosas que no sean reales”. 

Comentó que a la fecha han obtenido paquetes para la detección de enfermedades y se han producido  bases para la elaboración de antídotos para venenos de alacranes y para la producción de vacunas que han resultado eficaces contra enfermedades como el VIH SIDA, la influenza y el virus del papiloma humano.