EL BALCÓN DEL PALACIO. Varios de los trabajadores del Congreso del estado de Guanajuato, tendrán que regresarse a su casa con todo y sus ganas de hacer presencia en sus oficinas y satisfacer la curiosidad de qué es lo que hace la Cámara de Diputados sin mí, porque se reportaron 3 nuevos casos de COVID-19.
El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Jesús Oviedo Herrera, fue el encargado de dar la noticia al resto de los legisladores, para que vayan asumiendo de nueva cuenta la necesidad de volver al confinamiento virtual, porque de ahí a que sea confinamiento real, hay mucha diferencia.

No son gratuitos los llamados de la secretaría de Salud del titular Daniel Díaz Martínez, en el sentido de que se tienen que tomar medidas más enérgicas o dejaremos de ser el ombligo Amarillo del país, ya que estamos rodeados de estados en semáforo Naranja, y podríamos echar un salto pa´tras hasta el Rojo.
Mejor tomar previsiones luego del reporte de prácticamente medio millar de contagios en 24 horas en el estado y 4 muertos en la capital.
IBARGÜENGOITIANAS. Por increíble que parezca la molestia de algunas de las personas en el estado, es que se ha decretado –por la contingencia sanitaria- el cierre de los panteones de los 46 municipios, para el día de Muertos que es el primero y dos de octubre, en unos días pues.
Nuestra necedad y ceguera es verdaderamente grande, casi del tamaño de nuestra incomprensión y escaso entendimiento de qué es lo que enfrentamos como humanidad y nos aferremos a tratar de seguir con una vida normal que se ha ido para no volver, o al menos eso es lo que queda en evidencia.

Que aprendamos de la partida de amigos y seres queridos, que aprendamos incluso de los muertos que no conocemos, porque esa apatía de tomar el destino particular de cada uno de nosotros en nuestras manos, nos hará que vayamos a ver a nuestros muertos, pero hasta el más allá.
Más vale hacer altar en casa y que los muertos puedan visitarnos cuando quieran, y no que vayamos forzados a visitarlos de manera permanente.
Y MIENTRAS TANTO EN LA ATENAS DE POR ACÁ. Se ve que le dolió en el alma al presidente municipal, Alejandro Navarro Saldaña, tener que cancelar el Festival de Muertos en cuyo contexto se desarrolla el Túnel de Tradición, en la Calle Subterránea y que ha sido un proyecto netamente de su administración.
Luego de que estaba esperanzado a que a la gente incrédula, le subiera el agua a la azotea y se pusiera el cubre bocas, tuvo que reconocer que su gobierno ha sido incapaz de convencer a los ciudadanos de que es necesario cuidarse, para romper la cadena de trasmisión del coronavirus, y sobre todo aplicar las medidas básicas y no bajar la guardia.

Es una difícil misión cuando la mayoría de las personas ya normalizó los números y a las personas no les suenan más que a eso, y no a una familia que se ha quedado huérfana de un ser querido.
Esa actitud de los cuevanenses, ya propició que el alcalde anticipe que el COVID no solo se cargó al Festival de Muertos con sus 5 sedes, sino que también arrasará con la Pista de Hielo de Navidad y otros eventos.