Guanajuato, Gto. –Del año pasado a la fecha, la Arquidiócesis de León, ha registrado un total de 16 fallecidos, entre sacerdotes, diáconos y Monseñor Gonzalo Galván Castillo, Obispo Emérito de la Diócesis de Autlán, Jalisco, pero ordenado sacerdote en León; 7 han muerto a causa del coronavirus y el resto por otras causas, informó el vocero, Marcos Cortés Muñiz.
En cuanto a la ubicación de los decesos, el padre refirió que el Arzobispo de León, Alfonso Cortés, les ha pedido que esta información, “como es sensible”, solamente se entregue a la familia del obispo, de los diáconos –ayudantes de los obispos– o de los sacerdotes, que han perdido la vida.
“Nosotros no podemos hacer comunicado, porque también es por respeto a la familia, porque es una información que a ellos se les deja”, puntualizó.
A pregunta expresa sobre las muertes que ha dejado la pandemia en la iglesia católica en la región, el padre señaló que “entre 2020 y 2021, ha fallecido 13 sacerdotes en total; 7 han fallecido por COVID y los demás por otras enfermedades y también murieron 2 diáconos y también un obispo, él aquí fue ordenado sacerdote y es el señor Gonzalo Galván, son todos ellos 13 sacerdotes, 2 diáconos permanentes y un Obispo”.

Para atender los temas de la salud de los religiosos, existe el denominado Seguro y Mutual del Clero de la Arquidiócesis de León, por el que cada padre paga de manera anual, 37 mil 500 pesos, para atenderse en el Hospital Pablo de Anda, “o donde haya un médico que también está en colaboración de la Mutual y le llamamos a nuestro seguro y el sacerdote busca dónde está ese médico especialista que es parte de este programa”.
Cortés Muñiz, aclaró que de esta cantidad, también se destina una parte –aunque no dijo cuánto– para apoyar a los sacerdotes ancianos, “porque también corren otros peligros”.
La Arquidiócesis de León comprende 9 municipios, entre ellos Ocampo, San Felipe, León, Guanajuato capital, Silao, Romita, San Francisco del Rincón, Purísima del Rincón y Manuel Doblado; la integran además 132 parroquias y 816 templos, 948 iglesias en total. Si todas las iglesias estuvieran en funciones, cada una con un padre al frente, las aportaciones podrían alcanzar los 35 millones 550 mil pesos, pero no todos aportan.
El vocero aseguró que durante la enfermedad, ellos se hacen responsables de los gastos y hasta les dan acompañamiento.
“Se les atiende y la Arquidiócesis es la que se encarga directamente de todos los gastos, de hecho, cuando hay un sacerdote enfermo, siempre el responsable de nosotros está al pendiente todos los días y los visita cuando se puede, ahorita es muy difícil, pero si hay alguna enfermedad o se hicieron alguna cirugía, hay un sacerdote responsable que le informa al señor Alfonso Cortés”, Arzobispo de León.
DENUNCIAN PADRES FALTA DE APOYO EN MEDIO DE LA PANDEMIA.
En contraste con la información del Arzobispado, un grupo de sacerdotes que solicitó el anonimato, aseguró que muchos de los padres de la Arquidiócesis, han tenido que enfrentar los efectos de la pandemia prácticamente con sus propios recursos y sin apoyo.
“Han fallecido varios, como unos 15; el último falleció en Silao”, reveló el padre Alfonso, — nombre ficticio–.
Señaló que el Hospital Pablo de Anda es atendido por las religiosas del Instituto América y no están atendiendo a nadie afectado por COVID; por lo que los sacerdotes enfermos se han tenido que ir al hospital general o atenderse en su casa, como puedan.
“Este sentimiento de desprotección y abandono lo tenemos varios padres y yo creo que algunos no hablan por temor; no hemos tenido reuniones presenciales, solo nos llegan notificaciones del Obispado para pedir por tal padre porque está enfermo, solo nos mandan mensajes para la oración, o nos informan de los decesos y la misa va a ser en tal lugar, y solo se limitan a eso”.

¿Y qué tipo de apoyo esperan ustedes?
Que se haga algún tipo de comisión especial de algunos 5 padres –por decir un número– o menos o más, que estén al pendiente de los enfermos y que se informe a los demás; que no pongan a una secretaria nada más para ver cómo están, sino que los padres apoyen a los sacerdotes enfermos, que los arropen más.
¿Conoce de algún caso que haya muerto sin apoyo?
Me acuerdo de Eduardo (Rodríguez Hernández), un padre que murió el año pasado; Paquito (Francisco Becerra Cardona) que murió la semana pasada en Silao, se lo llevó una señora que lo ayudaba en el comedor comunitario que tenía el padre, la señora lo tuvo en su casa y después cuando se puso más grave lo llevó al hospital de Silao. Hubo gente que le echo la mano a través de redes sociales porque necesitaba algunas cosas.
El Obispo debería ser un padre para nosotros, pero si él no quiere, que nos mande una comisión de padres para que estén más al pendiente, más cercanos. Hasta ahorita no hay ninguna comisión especial, no hay ningún protocolo para nosotros, sobre qué hacer si enfermamos de COVID, ninguna orientación, solo nos mandan los avisos de la Secretaría de Salud del estado.
Y nos dicen que vayamos no al Pablo de Anda, sino al Hospital General, ahora sí que a la buena de Dios, ¿Entonces para qué se paga el servicio de gastos médicos?, interrogó.
