Nació el 4 de enero de 1909, y a pesar de que no hay celebraciones oficiales para festejar su legado a México, a José Chávez Morado se le recuerda por sus obras y su generosidad al pueblo de Guanajuato.
Como hijo de una familia modesta; Chávez Morado tuvo profundas inquietudes sociales, que plasmó tanto en sus trabajos como en murales en diversas partes del país; siempre fue congruente con sus ideas, por ejemplo, se recuerda que tomó las armas contra el franquismo en España.
Fundó el Salón de la Plástica Mexicana, junto con Juan OGorman y Raúl Anguiano y Alfredo Zalce, además de promotor cultural y fundador de museos en Guanajuato, como el del Pueblo, el Olga Costa-José Chávez Morado y su casa Museo José y Tomás Chávez Morado, creado en lo que fuera la casa paterna en Silao .El artista, consciente de las inquietudes sociales, donó todas sus propiedades y las de su esposa –Olga- al pueblo de Guanajuato.
Como muestra de su obra se encuentran los murales pintados en la Alhóndiga de Granaditas, en la Capilla Barroca del Museo del Pueblo y en lo que fuera su casa, ahora convertida en museo en el municipio de Silao.
EN LA CIUDAD DE MÉXICO
También en la Ciudad de México se puede admirar el legado del admirable ser humano. En la Torre de Ciencias de la Ciudad Universitaria, en los relieves de la Cámara de Diputados, y en la columna del Museo Nacional de Antropología e Historia. Esta es una de sus piezas más célebres, tiene 11 metros de alto y 3 de ancho que sostienen el gran paraguas del patio central, para esta obra monumental diseñó el relieve “Imagen de México”, trabajo para el cual contó con el apoyo de su hermano Tomás.
CON OLGA COSTA
Pero su vida no pude narrarse sin la presencia de Olga Costa,, con la que decidió radicar en Guanajuato, donde se dedicó a coleccionar objetos de barro, madera, vidrio, hechos a mano. Junto con ella promovió el arte en sus más variadas expresiones hasta el fin de su generosa vida ocurrida el primero de diciembre del 2002. Se recuerda también que sus restos, incinerados se depositaron junto con los de su esposa, en una maceta, que aún puede apreciarse en el patio del Museo Olga Costa- José Chávez Morado.