La noche se iluminó, un estruendo hizo que la gente corriera, hubo caos, temor. Los clientes que a esa hora platicaban en el café de la esquina, no sabían qué hacer, si salían del lugar estaban expuestos a que cayeran sobre ellos los cables que ardían, si optaban por quedarse adentro, podrían tener un accidente más fuerte. En la calle, el susto fue mayor.
Una pareja que distraídamente caminaba sobre Sangre de Cristo volteó a ver el resplandor encima de sus cabezas, espantados buscaron refugio, sintieron miedo porque en la calle había cables tirados. Vecinos de Temezcuitate, evacuaron sus viviendas, pero tampoco sabían dónde refugiarse porque el suelo del viejo y empinado callejón estaba cubierto de cables, algunos de ellos, seguramente de alta tensión.
Fue hace unos 15 días, el 16 de enero, a las 21.20 horas. Protección Civil acordonó el área, después llegaron trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad; 45 minutos más tarde, arribaron los bomberos.
Han transcurrido 2 semanas y los vecinos suponen que un cable desgastado de la CFE hizo contacto con alambres que sostienen la fibra óptica de Teléfonos de México, esto originó el incendio de varios registros de la empresa telefónica. Ha pasado el tiempo y no existe un peritaje oficial que permita deslindar responsabilidades, tampoco se ha notado interés de las autoridades para solucionar el origen del problema; conflicto en el que están implicados, además de la CFE y Telmex, el gobierno municipal y las empresas de televisión por cable.
Mientras tanto, el temor persiste.
