+ La previsible declinación de Noroña

+ ¿Nace una nueva coalición de la 4T, pero opuesta a Morena?

En junio del 2022 comentábamos en este espacio lo mucho que nos entusiasmaba que América Latina tuviera un esperanzador giro político hacia el centro-izquierdismo en sus gobiernos nacionales, porque sin duda la deuda social e histórica de nuestros pueblos ya merecían acabar con las imposiciones del llamado “orden económico mundial” y experimentar con políticas públicas dirigidas a disminuir la desigualdad, la injusticia distributiva, la protección de los derechos sociales y, sobre todo, los procesos de democratización, pues los periodos de dictaduras e intromisiones imperialistas ya no podrían permitirse.

Acotamos que más allá del entusiasmo, también preocupaba mucho que, a pesar de largos años de lucha de partidos y movimientos de izquierda y liberales, muchos de los presidentes y coaliciones electorales eran pragmáticos híbridos ideológicos y, aunque presuman discurso de izquierda, también estaban impregnados de derechas, y lo peor, con mucha improvisación y falta de proyectos nacionales sólidos para evitar fracasos inmediatos o mediatos y que, como ha ocurrido en antaño, cada mal gobierno progresista serviría de ejemplo para que las derechas tradicionales y neoliberales retomaran mayor fuerza al poder político.

A un año, pues, el panorama enciende alertas en la llamada “marea rosa” del siglo XXI, porque la democratización tiene sus bemoles y las derechas aprovechan los errores, las flaquezas y el desorden con que operan las alianzas progresistas en la definición de sus políticas públicas.

Sí, nos referimos al exceso de confianza del presidente de Chile, Gabriel Boric, quien creyó que con su carisma podría capitalizar las simpatías de las mayorías para un nuevo Consejo Constituyente y el tiro le salió por la culata. La derecha pinochetista agrupada en un partido fundado apenas en 2019, el Republicano, avanzó sobre los rieles que puso el gobierno progresista y dominará la mayoría redactora para la nueva carta magna de este país. Sobra decir que Boric ha sido acusado por sus aliados de correrse demasiado al centro y que roza incluso la derecha en el uso de la fuerza pública.

En Paraguay no hay muchas sorpresas, aunque sí debe destacarse la marcada diferencia de las votaciones presidenciales: Santiago Peña del Partido Colorado ganó por diferencia de votos de 2 a 1 al progresista Fernando Lugo.

Las derechas argentinas confían en retomar el poder en Argentina para el próximo 22 de octubre, ante las disputas internas del kirchnerismo, la alta inflación y la recesión, además de escándalos de corrupción de la vicepresidenta Cristina y el mandatario Alberto Fernández.

El 25 de junio, en Guatemala, habrá elecciones generales y la candidata de la derecha e hija del ex dictador Efraín Ríos Mont, Zury Ríos, se perfila como favorita por encima de Sandra Torres, tres veces candidata y ex guerrillera, quien en la pasada elección tuvo que enfrentar la cárcel acusada de malversaciones.

Las improvisaciones, el abanico ideológico amplio que llevó a Pedro Castillo a la presidencia, pasó del arrepentimiento a la división y no terminan por evitar un colapso en la presidenta interina Dina Boluarte que deberá aguantar hasta octubre de 2023 las presiones sociales de izquierdistas y derechistas extremos.

En Colombia, el gobierno de Gustavo Petro ha cambiado totalmente a su gabinete y ha anunciado el fin de su plan de paz, fundado en una ilusa “pax narca” producto de las negociaciones con los cárteles del narcotráfico. Y claro, no faltan los que ya pidan su dimisión por incapacidad.

Sólo en Ecuador en febrero pasado, la coalición progresista liderada por el ex presidente Rafael Correa rechazó un referéndum del presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, a quien además tiene en jaque con marcaje personal.

Años muy movidos para nuestra América y la marea rosada enfrenta sus propios demonios y hasta se habla de que para que ésta sobreviva dichos gobiernos deberían correrse más hacia el centro y derecha, mediante nuevos acuerdos con las élites económicas y militares, así como no deslindarse de los acuerdos comerciales con occidente.

Sin embargo, no todo va mal para estos gobiernos, pues algunos como el mexicano Andrés Manuel, el brasileño Lula da Silva o la hondureña Xiomara Castro gozan de cabal salud política y popularidad. Para nosotros, los mexicanos, hay 4T para rato, sin oposición de seriedad, pero queda la duda si quien llegue al relevo presidencial continuará o no con esta línea o también girará al centrismo y marcará su propio sello. Ahí dejamos la duda que se despejará en unos meses.

¿Nace nueva coalición de la 4T, pero opositora a MORENA?… Lo que declara Mario Delgado a La Jornada este 16 de mayo del año en curso no debe pasarse por alto, pues el distanciamiento de Morena con el PT y el PVEM va en serio. Al partido de Alberto Anaya le urgen candidatos competitivos para mantener el registro, toda vez que gracias a las participaciones de AMLO no sólo le salvaban el pellejo sino que hasta en el 2018 tuvieron una sobrerrepresentación histórica. El paso dado en Coahuila es apenas un experimento para probar que no les importa ganar, sino salvar la bolsa económica que le corresponde en el sistema de partidos. Con el PVEM ocurre algo diferente, porque inauditamente este partido cosecha votos y gana gubernaturas a pesar del desprestigio y carácter acomodaticio de sus servicios. El plan V dicen que es Manuel Velasco, pero nadie se confía y suenan las campanas que esperan a la corcholata que se baje del juego para poner a su partido a sus órdenes.

La previsible declinación de Fernández Noroña… Sin duda el diputado federal del PT por el Distrito 04 de la CDMX, ubicado entre Iztapalapa, José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, tiene la virtud de haberse convertido en un fenómeno de las redes sociodigitales. Primero como youtubero, videcomentarista y activo provocador en Twitter, donde tiene muchos seguidores, troles y bots, aliados y adversos, a los cuales si lo entrampan termina por bloquearlos. Y su virtud creció tanto que se coló a la lista de las corcholatas y bajo el lema de “AMLO presidente, Noroña es el siguiente”, donde tiene aceptación que oscila desde los 3 hasta los 14 puntos según la casa encuestadora.  Como sea, su papel será importante por el impacto mediático que generará el momento que decida declinar, que no tarda. Y como su actual partido, el PT, anda ya casi suelto de la alianza con MORENA no duden que lo haga por uno de los potenciales morenistas (así en masculino). Cosa de tiempo a que se tome largo descanso en su centro vacacional en Tepoztlán.

Contacto: feleon_2000@yahoo.com