El espacio de Escipion

¿Se quebrará Morena en los estados y en los Congresos?

Compartir

+ En Acapulco, Abelina vs los Salgado

+ Taboada, mordaza, ocultamiento y malas compañías

Las condiciones en que viene desarrollándose la carrera por la presidencia de la República parecen no tener vuelta atrás. En su mayoría, los analistas más serios coinciden en anticipar una victoria por la candidata Claudia Sheinbaum que ha prometido el segundo piso para la llamada “Cuarta Transformación”, sobre todo después del segundo debate por la razón de que su contrincante opositora prefirió irse por afianzar su atracción al espectro del anti-lopezobradorismo (que ya lo tiene) en lugar de convencer a los indecisos, a los ciudadanos que no están totalmente contra el régimen (la encuesta de sentimientos de Parametría establece que Xóchitl Gálvez tuvo una reprobación del 80 por ciento en su desempeño).

¿Por cuánto ganará? De acuerdo con nuestra prospección estaríamos hablando de 18 a 22 puntos de ventaja, siempre y cuando el desánimo y pánico no se apodere de las bases de apoyo de los opositores que quieran deponer sus armas y rendirse, pues ello ampliaría por mucho ese margen.

Lo anterior no es una afirmación aventurada, especulativa ni aleatoria: la candidata de Sigamos Haciendo historia lleva años al frente de la popularidad política; su partido, Morena, es el que va en ascenso constante, el presidente de la República que está identificado como líder moral del instituto político tiene alta aceptación popular, oscilando entre los 60 y 75 por ciento, además de que en esta ocasión los partidos chicos han dividido sus alianzas (Movimiento Ciudadano ya no está en el bloque opositor, el PT no va con el PRI y el Verde ahora es aliado de Morena en gran parte de las candidaturas).

La gran duda es si esta sinergia política le permitirá a Claudia Sheinbaum rebasar los 30 millones de votos obtenidos por Andrés Manuel López Obrador, lo que implicaría el perfilamiento de un liderazgo fuerte o uno sobrellevadero y obligado a negociación continua con los opositores.

A nivel de los estados de la República donde se están registrando elecciones de gobernador, alcaldías y legisladores locales y federales la situación pinta distinto y no todo es color guinda como se espera, pues aunque insisten en llamar a que los simpatizantes suscriban boletas zapato, es decir, todo a favor de Morena para garantizar el “Plan C” de mayoría absoluta en todos los congresos legislativos, las tendencias marcan otra cosa.

Los factores que jugaron a favor de Morena están en las acciones del gobierno federal y la fuerte promoción del liderazgo de López Obrador, además de que controlan 23 gubernaturas y mayorías legislativas. Pero en contra está que casi 60 por ciento de los estados registran una inclinación por la alternancia partidista en sus gubernaturas; es decir, son entidades en que el voto leal no es su fuerte.

Para los candidatos de Morena son varios los elementos que se deben considerar, como son los deseados procesos internos de selección de candidatos, en lo cual las encuestas nadie las creyó como auténticas; el pragmatismo radical impregnado por Mario Delgado y sus dirigentes estatales colocando a ex panistas, ex priistas y ex perredistas como candidatos, pasando por encima de fundadores, líderes sociales o figuras históricas; el desgaste de los gobiernos de Morena, tanto estatales como municipales que han demostrado su poca sensibilidad e ineficiencia; la rebelión de sus bases, como el “movimiento antichapulines” contra los candidatos que nada tienen que ver con la filosofía morenista; la mano del crimen organizado, que ha pegado más sus candidatos que a los de otros partidos y la campaña dura del frente opositor contra la 4T, la cual ha arrojado denuncias graves de corrupción, tráfico de influencias, pasados oscuros y vinculaciones con delincuencia organizada.

En este tenor, las elecciones estatales han de marcar la correlación de fuerzas para el próximo sexenio, pues significa la contención del morenaje o el fin de la alianza contranatura llamada “Fuerza y Corazón por México” encabezada por el conservador PAN, el viejo nacionalista PRI y el socialdemócrata PRD.

Para Morena y aliados no habrá problema de retener tres gubernaturas: la de Tabasco con Javier May,  Puebla con Alejandro Armenta y Chiapas con Eduardo Ramírez.

Las oposiciones ganarían también tres: el PAN y sus aliados mantendrían las gubernaturas de Guanajuato con Libia Denisse García Muñoz-Ledo y Yucatán con Renán Barrera, mientras que Movimiento Ciudadano de Jalisco con Pablo Lemus.

Y donde habría una disputa cerrada, pero con ventaja mínima para Morena y que podría desatarse conflicto post electoral serían la Ciudad de México en que Clara Brugada debe defender la capital frente Santiago Taboada, en Veracruz donde Rocío Nahle tiene que defenderse a morir de la ofensiva de José Yunes y en Morelos en que Margarita González tiene una loza pesada que remontar por el actual mandatario frente a su ex correligionaria Lucy Meza.

A nivel de legisladores, de acuerdo con la demoscopia más profesional en el país, el mapa geoelectoral marca una país dividido en tres: el sur-sureste casi en su totalidad volcado a Morena y aliados, mientras que el norte-occidente hacia el frente opositor, mientras que en Bajío y centro hay una abierta lucha por los dos proyectos político-partidistas. Es muy probable que Morena siga siendo la primera fuerza, pero en términos de mayorías legislativas y constitucionales aún la moneda está en el aire.

En resumen: México refrendará su pluralidad política e ideológica y esa es nuestra riqueza, más que debilidad. A los demócratas se les conoce por su capacidad para aceptar la derrota en un juego con reglas comprometidas y aceptados por todos, se ha dicho hasta el cansancio en cada elección en nuestro país, pero hay que reiterarlo nuevamente y evitar el desgaste de quienes cuando pierden hacen berrinche, pero hay unos peores, que se enojan hasta cuando vencen porque no saben ganar.  

+ En Acapulco, Abelina vs los Salgado… Y hablando de quienes le juegan las contras a Claudia Sheinbaum y su llamado a sumar y sumar votos para que avance el Plan C, están el senador Félix Salgado Macedonio y su hija la gobernadora Evelyn Salgado, quienes apostaron en el proceso interno por el empresario de dudosa reputación, Carlos Granda y que perdieron, pues las preferencias de Morena se inclinaron por Abelina López Rodríguez, quien ahora busca la reelección.  No contentos, los Salgado impulsaron con sus amigos del PRD-PRI-PAN a Granda Castro y, por si las dudas, a través de Movimiento Ciudadano a Yoshio Ávila. En el reciente estudio de opinión de Demotecnia, Abelina lleva 39.5 por ciento frente al 23.4 de Carlos Granda y 8.1 de Yoshio. Los Salgado volverán a perder (afortunadamente para los guerrerenses). 

+ Taboada, mordaza, ocultamiento y malas compañías… El candidato del PAN-PRI-PRD en la CDMX Santiago Tabaoda no sabe cómo jugarla para sacudirse el escándalo de corrupción inmobiliaria detrás de su grupo político. En esta desesperación recurrió al abogado Gabriel Regino para armar el esquema jurídico. Regino, ex funcionario público identificado como cercano a Marcelo Ebrard y sobre quien pesa negativamente la omisión de su papel para evitar que dos policías federales fueran linchados en Tláhuac cuando fue subsecretario de SSP del entonces DF, promovió una orden de “mordaza” en el IECM para que se omita la vinculación de Taboada con el tema denunciado en la FGJCDM, recibiendo amplio rechazo ciudadano. No obstante lo anterior, en la alcaldía se ha reservado la información sobre el tema en cuestión. Mientras esto ocurre, además de “Tanzanios” en Iztapalapa, “Sindicato Libertad” en Tláhuac ahora suman al “Grupo Fortaleza” vinculado al CJNG en la GAM.

Contacto: [email protected]