-El Mismo Destino
-Akira Sensei
El joven instructor de karate llegó a la ciudad, hay muchas versiones sobre su arribo, una de ellas, la más escuchada, pero la menos creíble, se refiere a su confusión al haber creído llegar a Guadalajara, pero su verdadero destino fue Guanajuato; eso sucedió hace 50 años; pero la historia se reprodujo hace poco. Son las vidas paralelas del legendario Akira Sensei, y de Tsutomu, cuyos caminos se cruzaron para desembocar en la vieja ciudad.

Akira Sensei educó a varias generaciones de jóvenes que ahora son abogados, doctores de la ciencia, médicos, artistas, o políticos, como “El Flaco” Arias, Pepe Araujo y Carlos Scheffler; también hubo choferes de taxi y meseros, en ese grupo que tomó como sede a Los Pastitos; fueron varios años; después, el aún joven karateca desapareció y volvió convertido en monje budista; alejado de toda vanidad, dio clases de filosofía zen, demostró que se puede elevar el espíritu a través de la meditación; algunos de sus antiguos alumnos lo siguieron y se unieron a él amas de casa, estudiantes de música, y de otras artes.
MISMO DESTINO
También por equivocación, Tsutomu arribó a la ciudad de las ranas; a pesar de la pandemia decidió quedarse aquí. Las adversidades fortalecieron su forma de ver la vida, le hicieron salir de sí, ver a los demás con mayor capacidad solidaria, cooperativa; ahora, en el pequeño rincón ubicado frente al estacionamiento San Pedro, ha encontrado su refugio para la enseñanza de las artes marciales. El y sus alumnos, niños y adultos, ya se ganaron el espacio público a buena ley; y sin la necesidad de asistir a gimnasios particulares, con altos cobros, la gente sigue sus enseñanzas.
Las dos historias son muy parecidas, sólo el tiempo las separa, pero las une el mismo origen: Japón; las mismas disciplinas, las artes marciales, la meditación; y el mismo destino: GUANAJUATO.
PD.- Antes de que la epidemia del olvido lo sepulte, un breve recuerdo del maestro Akira, y el deseo de su recuperación física y mental.