“Si los ves, no les hables”.

Doctor Abraham Rivera

En una de esas reuniones típicas de Guanajuato en donde las personas se reúnen a departir y compartir sus experiencias de vida, a veces también nos cuentan sus experiencias con la muerte.

Una persona muy interesante que ha viajado mucho y conoce distintas culturas, es mi amigo el Doctor en Historia Abraham Rivera,  por eso cuando nos dijo a todos esa frase de “Si los ves, no les hables”, todos y cada uno de los que estábamos escuchando sus relatos nos quedamos fríos, porque a más de uno del grupo de familiares y amigos asistentes nos ha pasado que saludas de lejos a alguien en la calle, y pues ni te contesta o -típico del guanajuatense- se voltea hacia otro lado, o los menos te saludan con una sonrisa triste en el rostro.

A veces los ves pasar y desde lejos pareciera que levitaran porque entre nubes bajas, grises y de lluvia, se disimula su estado inmortal en espíritu; sus almas se quedan aquí, deambulan por las calles y callejones cada noche, cada madrugada, y en verdad verlos es como si vieras a una persona viva…pero eso sí, ya cuando se ven grises, casi transparentes sabes que son sólo la impresión de lo que fue su vida, son espectros que están aquí para verse a sí mismos en soledad, y según Abraham, ellos se encuentran aquí desde siempre, desde muchos años antes de que llegaran los españoles, porque la muerte es lo que nos acompañará y está con nosotros dentro y hablándonos al oído.

Existe la creencia de que todos y cada uno de nosotros sabemos cuándo vamos a morir. Los que saben dicen que la vida nos advierte con momentos de felicidad plena, momentos de no padecer nada, de no sufrir nada, ni por nadie, lo sabemos y a veces lo negamos, de ahí la angustia y por eso nos dice Abraham que no les hables a ellos, porque puede que tal vez, sólo tal vez, volteen a verte y apresuren tu paso a otra vida, a la vida eterna de la muerte.

Y es que en Guanajuato lo que pasó, pasó, y se queda en el presente, y como dice Abraham, porque los humanos tratamos de no olvidar a nuestros antepasados, aunque a veces es imposible recordarlos a todos, pero eso sí cada día con el minuto de vida les damos tributo y hacemos un homenaje a sus genes, a su alma que en esencia sigue aquí.

¿Quieres conocer esta mística ciudad y verlos desde lejos? Ven, lee y anda Guanajuato.