Homenajeada por contribuir al desarrollo social
La capacidad solidaria, fraterna, cooperativa parece fortalecer el carácter de Kate Burt, la estadounidense que desde hace 15 años llegó a Guanajuato y ha logrado fomentar la pasión por la ópera. En escenarios de lujo como el Teatro Juárez, o el Teatro del Bicentenario, pero también en la Plaza del Baratillo, y en el Mercado Hidalgo, ha podido demostrar que “la música es para todos”.

Por esa forma de ser y de pensar, Kate recibió de sus alumnos, músicos, cantantes, actores y actrices, sentido homenaje, que en la voz del tenor Efraín Corralejo, se dejó sentir así: “es nuestro ángel de la guarda, nos protege y guía”; y es que durante los últimos años, ella ha montado espectáculos de ópera con talentos que ella misma ha formado; el propio Efraín, intérprete de las óperas de Dallas, Minnesota, Austin, y Bellas Artes, es un ejemplo.
Llegó en el 2009, con la idea de “vivir a plenitud” su jubilación, entonces, le pareció que la ciudad era perfecta para descansar, conocer otra cultura, otras personas, no sabía hablar español, pero su facilidad para conseguir amistades le permitió aprenderlo pronto; y se dio cuenta que había llegado a una ciudad donde había – y aún hay – buenos músicos, pero, “algo” faltaba en Guanajuato; ese “algo” era la ópera. Ella había sido cantante y maestra de canto en la Universidad de Nueva York y sintió la oportunidad de iniciar un gran proyecto. Ya estaba la conexión: una ciudad “con buenos músicos” y una maestra de canto jubilada.
Comenzó a dar clases a pequeños grupos de niños y adolescentes en espacios proporcionados por agrupaciones civiles – Casa Cuatro, por ejemplo – , donde no cobraba. Fue un principio bastante difícil; sin apoyo oficial, incluso con el rechazo y recelo, tanto de la burocracia como de los medios de comunicación, venció obstáculos, y cuatro años después – 2013 – montó su primera ópera en Guanajuato, “Amahl y los Visitantes Nocturnos”, de Giancarlo Menoti.
Fue en el Teatro Principal, con la participación de los cantantes que ella misma preparó, y con la ayuda de músicos de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, dirigidos por Iván López Reynoso, quien aún era estudiante. A partir de entonces, ha puesto en escena otras óperas completas, con vestuario y orquesta, entre ellas: La Flauta Mágica, de Mozart; La Coronación de Popea, de Claudio Monteverdi; Dido y Eneas, de Henry Purcell; y La Hija del Regimiento, de Gaetano Donizeti. Además, dirige 2 coros, uno infantil y el de adultos, con éste último ha participado en las sinfonías 1 y 2 de Shostakovich, y en la 8ava. Sinfonía de Mahler, junto con la OSUG.
HOMENAJE
Fue en la Casa Museo Gene Byron donde alumnos, de la Compañía Opera Guanajuato, le rindieron homenaje a su “ángel de la guarda”, con un programa en el que se incluyeron escenas de diversas obras de Mozart, Rossini, Verdi, Offenbach y Pietro Mascagni.
Así, fue reconocido el trabajo de la mujer estadounidense que, sin fines de lucro, ha contribuido al desarrollo social de los guanajuatenses. El homenaje fue sencillo, sin la participación de las instancias culturales, fue la propia sociedad a quien ha servido, la que se unió para homenajearla. Llegaron cantantes que ya trabajan en otras partes de la república, en Estados Unidos y en Francia, para decirle: “eres nuestra protectora, nuestra guía”.
