En México estos días son días de aguardar la llegada de nuestros ancestros, de nuestros antepasados, de los amigos y aún mascotas que ya partieron de esta vida, que se han adelantado y han muerto, ellos son los que no olvidamos y el altar les y nos recuerda que siguen estando en nuestros corazones y tienen un rinconcito en nuestra casa también.

El Día de Muertos es un festejo para celebrar la memoria de todos los santos y los fieles difuntos, festejamos lo que fueron sus vidas. En Guanajuato, en estas noches y días, los muertos vienen para saberse presentes y amados, para nosotros sentir la tranquilidad al honrarlos, recordarlos y apapacharlos con las flores de cempasúchil, sal, agua, el incienso de copal, el pan de muerto, su comida preferida, velas, luces, sus golosinas, vino, cerveza, cigarros, su coca cola, sus cacahuates, lo que ellos gustaban paladear. Vuelven a su vida terrenal por un momento.
Ellos vienen y se guían al tú iluminar el camino enviándoles luz de las velas, del papel de colores, pero también de las flores de cempasúchil que su color brilla y ellos siguen esos olores y colores para probar sus comidas preferidas. Son la ofrenda que les damos al agradecer su existir, al saber que ya trascendieron y siguen aquí.
Los que saben dicen que es una oportunidad de reencuentro de nostalgia y tristeza, pero más allá de eso, la ausencia es la oportunidad de sentirlos cerca y saber que están aquí siempre. El agua los revitaliza, su comida, y sal. La sal también los y nos protege y se debe poner un puñito de sal del lado derecho, al fondo del altar, para que otro tipo de entidades no entren y se lleven tu buena voluntad y amor para ellos. Los espíritus malos andan por ahí buscando entrar a las casas, por eso la sal es protección. El copal purifica y su olor los llama, y la cruz de flores, hasta arriba les recuerda su regreso a esta vida y al Edén.
Lo que sí es claro, con altar o sin altar ellos llegan, si el papel picado se mueve ellos están aquí sea de día o de noche. No lo olvides, ni los olvides. La vida es un círculo y después estaremos en el más allá, igual nos olvidan, pero si no es así, preparemos nuestro camino de regreso inculcando en los nuestros el amor a la muerte, el amor a lo que no vemos, el amor a las señales que están en todos lados, y hoy más en los Altares de muertos. Ven, lee y anda Guanajuato.
