Por: Juan Carlos Castellanos C.
Hasta el último minuto de ayer 11 de diciembre, alrededor de 7 millones de peregrinos provenientes de distintos puntos del país habían llegado a los contornos de la Basílica de Guadalupe, el santuario mariano más importante del mundo, para celebrar un aniversario más de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, el 12 de diciembre de 1531.

A 493 años del acontecimiento guadalupano, hoy, 12 de diciembre día de la Morenita del Tepeyac, se espera el arribo de dos millones de personas más. Puebla, Morelos, Tlaxcala, Estado de México, Hidalgo y Morelos, son las principales entidades del país de donde proceden los fieles guadalupanos que han soportado el calor del día y el frío de la noche.
Con temperatura de 5 grados centígrados, la madrugada de hoy seguían arribando a la Ciudad de México caravanas de enormes camiones de redilas, camionetas de menor tonelaje, autos particulares, motocicletas y bicicletas, así como numerosos grupos de personas a pie. Ancianos, adultos, jóvenes y niños, hicieron patente su enorme devoción.
La Calzada de Guadalupe, principal ingreso al conjunto religioso construido al pie del Cerro del Tepeyac, es flanqueada por carpas para atención médica y de orientación por parte de autoridades del Sector Salud y de Protección Civil. Millones llegaron a tiempo para cantar las Mañanitas a la virgen. Miles y miles llegaron tarde, pero al fin llegaron.
“La Villita”, como se le conoce popular y cariñosamente a ese perímetro que emana fe, está vestida de gala para rendir homenaje a la Virgen Morena. Así está desde el lunes pasado y así permanecerá el fin de semana. La emoción es palpable. Los devotos llegaron para participar en la celebración más importante del calendario católico de México.
La Nueva Basílica de Guadalupe, con su enorme cúpula y sus paredes impregnadas de historias y milagros, es epicentro de esta fiesta que combina la esperanza, la tradición y la cultura. Los peregrinos, –muchos de ellos caminaron durante días para llegar a este lugar canonizado–, viven una experiencia que sin duda será memorable el resto de sus vidas.
La celebración del 12 de diciembre en “La Villa” es una costumbre que trasciende la religión y se convierte en una verdadera fiesta popular. Es un momento para conectarse con las historias que contaban los abuelos, es ver y escuchar “Las Mañanitas” en la televisión, es parte de nuestra formación cultural y nuestra espiritualidad. Es algo único.
Comenzó la celebración con una misa solemne en la Basílica, a cargo de altos jerarcas de la Iglesia Católica. Siguió una procesión que recorrió las calles circundantes. Luego, los devotos pudieron participar en diversas actividades como la coronación de la Virgen, la bendición de las imágenes, danzas tradicionales, y la venta de artesanías y comida típica.
La Iglesia reconoce seis títulos que corresponden a la enseñanza y a los dogmas sobre este personaje: Santísima Virgen María, Madre de Dios, Nuestra Señora, Reina del Cielo, Inmaculada Concepción, y Asunción. Nuestra Señora de Guadalupe fue una aparición de la Santísima Virgen María, lo que significa que ambas son la misma divinidad católica.
El 12 de diciembre de 1531, temprano, el indígena Juan Diego caminaba por la falda del Cerro del Tepeyac y se le apareció la virgen, quien le ordenó cortar rosas que brotaron de repente. Las llevó al arzobispo Fray Juan de Zumárraga, y al dejarlas caer de su tilma, ahí estaba impresa la imagen de la Madre de Dios. Esa tilma está actualmente en la Basílica.
Quienes por alguna razón no pudieron asistir, se acogieron a la costumbre de las casas novohispanas de designar un lugar especial para el rezo, la meditación, y la piedad. En estos oratorios domésticos se coloca la imagen religiosa acompañada de flores, manteles, velas y otros ornatos que ambientan el lugar. La Guadalupana ocupa el sitio de honor.
Las obligaciones religiosas no se limitan al 12 de diciembre. Diario se hacen rezos, a diferentes horas del día, que forman parte de la rutina de los habitantes de la casa. La Iglesia recomienda diversas oraciones y alabanzas a la Virgen María, de tal forma que muchos hombres y mujeres se encomiendan e invocaban a la Santa Madre del Señor.
Cabe señalar que las advocaciones marianas aluden a los dones o atributos de la Virgen María, así como a sus apariciones milagrosas. La manifestación más conocida en México es la de la Virgen de Guadalupe, que como ya se dijo, en 1531 se apareció al indio Juan Diego, y que hasta la actualidad es considerada patrona y protectora de los mexicanos.
La Virgen María es conocida con diferentes nombres, según los momentos que vivió con su hijo Jesucristo, como la Virgen Dolorosa y la Virgen de la Piedad que evocan pasajes de la Pasión de Cristo. En México existen santuarios donde hubo alguna aparición, como los de Nuestra Señora de Ocotlán en Tlaxcala, Nuestra Señora del Pueblito en Querétaro, Nuestra Señora de Itzamal en Yucatán, y Nuestra Señora del Patrocinio en Zacatecas.
Otra tradición es la de llevar cantantes de moda a la Basílica de Guadalupe para cantar “Las Mañanitas” a la virgen. Anoche la televisora de San Ángel llevó a Lucero, Lucero Mijares, Daniela Romo, Guadalupe Pineda, La Sonora Santanera, María Victoria, Aída y Valeria Cuevas, Ana Bárbara, Mariana Seoane, Isabel Lascuráin y su hijo Joss Álvarez.
Al mismo tiempo, la televisora del Ajusco contrató a Itatí Cantoral y su hija María; La Banda Adictiva, Rocío Banquells, Lorenzo Negrete, el tenor Carlos Alberto Velásquez, Viviann Baeza, y los exacadémicos Jessy Portillo, Brisa Santana, Ángel Eduviel, Mario Girón, Caro Heredia y Julio Ávila, aunque la verdadera fe estuvo fuera de los reflectores.