Realizan operativos para sancionar el ruido excesivo en la capital

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Guanajuato, Gto. La directora de Medio Ambiente de la capital, Dayana Ibarra, informó que trabajan en la mitigación de la contaminación auditiva, principalmente en el primer cuadro de la ciudad, que corresponde al Centro Histórico.

Reconoció que el ruido excesivo es un problema que aqueja a la ciudad debido a los bares, antros, restaurantes, mariachis, estudiantinas, grupos norteños que prestan sus servicios en la noche, si se le suma los automóviles modificados que pasan por el área, se aumenta la problemática.

“El ruido pues en realidad se le conoce como aquello que nos molesta cuando tiene algún alto volumen o cuando también ya pues no es armónico, entonces hay una norma que es la norma 081 de la Semarnat del 94, bueno se crea en 1994 y tiene una actualización en el 2013”.

Explicó que en la normativa se marca que los establecimientos deben tener un estudio de ruido y acreditar que cumple con los decibeles permitidos para evitar molestias a terceros.

“Esta norma es a nivel federal, no es de aquí de Guanajuato y pues es de cumplimiento nacional, todos tienen que cumplirlo”.

La funcionaria municipal dijo que ya han hecho operativos en la materia para corroborar que se cumplen con los niveles de ruido permitido, donde se cuenta con un medidor especial para conocer los decibeles en los que operan los establecimientos fijos.

“Llevamos el equipo calibrado para ahí mostrarles a las zonas donde hay algo de ruido, mostrarles los decibeles que están mostrando y pues ahí es donde se les hace ahí el requerimiento”.

Sin embargo, sobre los grupos musicales afuera, Dayana Ibarra aclaró que ya no está en su jurisdicción, y le corresponde al área de Fiscalización y Control atender el tema.

Insistió que la norma 081 aplica únicamente para establecimientos fijos, donde hay una limitante, en este caso las paredes, sin embargo, se trabaja coordinadamente para evitar caos en la vía pública, incluso buscar la manera de poder eliminar la contaminación auditiva que generan los automóviles modificados, tanto con sus bocinas como con sus escapes, pues se exceden los límites permitidos de ruido.