La exposición Ritos y Símbolos de la Pascua Cristiana, que pone al alcance del público una selección iconográfica sobre la cimentación de la religión cristiana en México, desde el nacimiento del Hijo de Dios hasta su muerte en la cruz, se presenta del 10 de abril al 25 de mayo en el Museo Nacional de San Carlos (MNSC) de la Ciudad de México (CDMX).
Zyanya Ortega Hernández, investigadora del MNSC y curadora de la exposición, explicó a portalguanajuato que la muestra revisa las diversas formas de representación del ciclo de la Pasión de Cristo en los siglos XVI y XVII a través de obras de Pilar de la Hidalga, Pieter Jansz Pourbus, Francisco Camilo, Ignacio Rosas, Carlos Luis Ribera y Fieve, y otros.

Esas pinturas narran episodios, fundamentales dentro de la doctrina cristiana, como Jesús arrojando a los mercaderes del templo, Cristo despojado de sus vestiduras antes de ser crucificado, su calvario, su descenso de la cruz, su entierro, y su resurrección, además de la Magdalena ante su tumba. La exposición ofrece, además, aromas relativos al tema.
De acuerdo con la curadora, los asistentes hallarán, a lo largo de la muestra, recipientes especialmente diseñados para la ocasión, de los que se desprenden diversos aromas, como mirra, nardos, maderas preciosas, incienso, los clavos de la cruz y otros objetos alusivos a la Pascua. Son elementos de la Pascua que conocemos de nombre, pero no cómo huelen.
Ortega Hernández subrayó que la Biblia aborda y ofrece más datos sobre la muerte de Jesús, que de su nacimiento. La exposición recorre desde el nacimiento hasta la muerte del Salvador, y pone al alcance del espectador cómo los antiguos habitantes de lo que hoy es México crearon sus propios ritos, ceremonias y culturas, antes y luego de la Conquista.

Muchas piezas que se exhiben son originales y otras réplicas, provenientes de diversos conventos del periodo novohispano que pasaron a ser propiedad del Estado con la entrada en vigor de las Leyes de Reforma impulsadas por Benito Juárez. Muchas de esas obras pasaron a ser custodiadas por la Academia de San Carlos, y hoy están en este museo.
Aspecto importante en torno a la iconografía católica que se presenta es la exhibición de una réplica de una obra de Rembrandt, elaborada cuando en su época el calvinismo era la ideología predominante. Pero los artistas también pintaban y hacían un paralelismo entre el consumo doméstico y el de las iglesias católicas. Cada autor pintaba su propio gusto.
“La Conquista de Tenochtitlán fue violenta. Para eso, los conquistadores contaban con el consentimiento del Rey, y para lograr la anuencia del Papa, se valieron y apoyaron en el carácter pagano e idólatra de los antiguos mexicanos. Para evangelizar, por la barrera del idioma, se conquistó espiritualmente a través de imágenes y figuras”, dijo la curadora.

Imágenes, retablos, esculturas y muchos elementos más fueron herramienta pedagógica para evangelizar a los indígenas. Los españoles veían que las casas y vestimenta de los nativos estaban saturadas de imágenes prehispánicas sagradas, y poco a poco las fueron cambiando por las correspondientes a la fe cristiana. “Además, La Semana Santa católica coincide con el inicio de la siembra, entre el invierno y la primavera”, abundó Zyanya.
La religión cristiana se funda en el hecho de que Jesús derramó su sangre y murió en la cruz para salvarnos del castigo eterno al que estábamos condenados por culpa del pecado original cometido por Adán y Eva. Así, a lo largo de los siglos se crearon costumbres y ritos para celebrar el cumplimiento de la profecía que promete la llegada de un mesías.
Al ir expandiéndose, la Iglesia Católica sobrepuso la celebración de este episodio, a la que llamó Semana Santa, a festividades y ritos de otras culturas que celebraban el fin del invierno y el inicio de la temporada de cultivo. Esto se logró ya que, en estricto sentido, se celebra la muerte y el renacimiento, no sólo de Jesús, sino también de la humanidad.

La especialista reiteró que una de las principales formas de recordar el sacrificio que hizo Jesús, y rendirle culto, fue a través de las imágenes. “Desde la Edad Media hasta el siglo XIX, los artistas representaron los diversos episodios que ocurrieron durante los últimos 7 días de vida de Jesús, centrándose en su muerte y resurrección”, advirtió la curadora.
De acuerdo con información adicional proporcionada a los medios de comunicación durante un recorrido previo a la inauguración de la muestra, se trata de 34 piezas que representan el Martirio y la Resurrección de Cristo, la Unción de Jesús, la Última Cena y el arrepentimiento de San Pedro, entre otras escenas bíblicas medianamente conocidas.
En el marco de la exposición, Marcela Corvera Poiré, famosa especialista en iconografía judeocristiana, y el investigador musical de la Fonoteca Nacional (FN), Teo Hernández Villalobos, ofrecerán conferencias sobre este tema. Asimismo, se organizarán conciertos con músicos de las escuelas superiores del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).