Histomagia

OTRO DÍA DE LAS FLORES

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Guanajuato es una ciudad conocida por ser colonial y tener en su haber Las Momias de Guanajuato quien hasta han hecho giras internacionales para dar a conocer que además de la algarabía de las fiestas cervantinas, y las de los santos que se hacen en cada barrio, también existen silencios y presencias que siguen viniendo, pese al paso del tiempo a visitar a sus familiares en el Panteón de Santa Paula, que a decir del maestro Antonio Borja es el Panteón de Santa Eduwiges o algo así.

Mi amiga Arlete Navarro es parte de los cuidadores que procuran dicho cementerio, de hecho, es quien ayuda a las personas a limpiar o adornar las tumbas o gavetas, su familia trabaja de y gracias a ellos podemos ver un camposanto limpio y sin vagos que quieran reposar en vida entre las tumbas, ellos cuidan a los que se fueron e incluso a aquellos que también ya murieron pero que regresan en silencio desde el más allá a hacer visitaciones a sus seres amados.  La labor que hace su familia es invaluable, y cuidan la propiedad y a nuestros muertos como si en ello se les fuera la vida o la muerte que los visita cada vez, a veces sin darse cuenta.

Me cuenta que uno de esos días ella y su familia estaban trabajando en el panteón Santa Paula ocupados en la limpieza y acomodo de floreros, barridos, recoger las ramas de los árboles, llenado de agua la pila, limpiando los pasillos antiguos, etc. cuando, de repente vieron llegar a una señora bajita,  gordita, vestida de negro, con muchos ramos de flores en sus brazos, tantos era que casi se le caían por lo que ella de inmediato fue a ayudarla a cargar esos ramos hermosos coloridos que llevaba para sus difuntos. Arlete le preguntó que si ocupaba escalera y la señora le dijo que sí. Su papá escuchó y vio también a la mujer por lo que le dijo a mi amiga que dejara las flores y bajara pronto a buscar a Roberto, esposo de Arlete, para que le llevara la escalera más grande y alcanzar a colgar las flores en las gavetas más altas y antiguas. Mi amiga de inmediato bajó a decirle a Roberto y al instante regresaron a ayudar a la señora para terminar el trabajo, pero la señora ya no estaba, solo estaban las flores. Desconcertados, su esposo le dice que seguro se imaginó a la señora, que si estaba segura de haberla visto, Arlete le dijo que sí, que hasta su papá la había visto. Para que no le quedaran dudas ni a ella ni a su esposo, le preguntó a una familia que estaba junto a las gavetas cuando llegó esa señora en silencio, si la habían visto y sorprendida escuchó esa respuesta que en verdad nadie se espera recibir: “no señorita, sólo vimos que usted estaba hablando ‘sola’». Incrédula, sólo atina a ver a su papá buscando una mirada de apoyo. Efectivamente su papá asintió con la cabeza y ante lo ocurrido le dijo: “Hija, cuelga las flores, ponlos en el florero de la tumba que te dijo, ya sabes entonces a quien ponérselas”. Arlette subió en silencio a colgar las flores, quiso leer el nombre del difunto, pero a  la gaveta ya no se notaban letras, era ya una tumba vieja, muy antigua, ella sólo terminó el trabajo y sí, al bajar las escaleras se le salieron las lágrimas, al pensar que en el transcurrir del tiempo tal vez ella también tenga a algún alma que rezará y se preocupará por ella en silencio desde el más allá, y la visitará cuando ella ya haya muerto y esté descansando en paz.

Dicen los que saben que en los cementerios hay fuerzas y energías que hacen que se concentren almas y espíritus buscando ya sea la luz, o el amor y cariño que tuvieron en vida. Aquí en la ciudad, el Panteón de Santa Paula es muy viejo, y ahí, por la parte de atrás, se encuentra el Museo de Las Momias, cuerpos conservados por los minerales de esta tierra, pero como vemos en esta Histomagia, en este camposanto hay cuerpos aparentes que se aparecen, espíritus solitarios de las personas que aman demasiado aún en el tiempo y la distancia, esos fantasmas que cargan flores para sus tumbas y que en silencio se llegan y se retiran a descansar en paz su alma, pero no su espíritu. ¿Quieres conocer a la familia de Arlete? Ella puede llevarte a pasear al panteón y contarte más historias de ultratumba. Ven, lee y anda Guanajuato.