Guanajuato siempre nos sorprende con eventos turísticos, económicos, sociales y culturales como el GIFF o el FIC que cada año engalanan este lugar colonial, pero cuando hablamos de eventos paranormales esta ciudad mágica nos trae muchísimos relatos e historias que nos llevan al momento exacto del suceso, porque sí, es la sucesión de hechos lo que provocan que los parecidos o muertos se aparezcan o hagan de las suyas haciendo que los muebles se muevan, que se escuchen sonidos o murmullos, palabras aisladas, incluso gruñidos dependiendo de la entidad que desee aparecerse.
Lo que sí asusta a muchos incluso a mí, son los relatos que tiene que ver con invocación de entidades como despertar a un muerto y ponértelo en la espalda o en tu casa, o también cuando te entierran en el panteón para que pronto aparezca en tu porvenir una muerte sin sentido que te lleva al cielo o al infierno o de plano te deja aquí para que sigas asustando a las personas que vivimos en este espacio multicultural donde los turistas han sido tocados por esos eventos de hechizos, conjuros y salmodias que se invocan con lo que sea con tal de destruirte.
Me cuenta mi amiga Alma que cuando ella era joven, recién llegada a esta colonial ciudad, en la casa de asistencia donde se hospedaba conoció a una muchacha taciturna de color casi transparente que ya era considera fósil, pues llevaba tantos años cursando su licenciatura que no se graduaba. Ella se llamaba Elba.
Pues bien, Elba y Alma se hicieron muy amigas, al menos así lo percibía Alma, porque iban a comer a todos la dos juntas e incluso a los bares, de vez en vez iban por la madrugada a La Pasadita a calmar el hambre de la parranda, felices como estudiantes en una ciudad en ese tiempo muy segura y tranquila, sin desmanes de violencia o algo así.
Una tarde Elba decidió que no salieran porque decía que tenía dolor de cabeza, Alma se ofreció a hacer botanas para acompañar unas de esas primeras ediciones de cerveza artesanal que Elba había traído de su pueblo. Mi amiga particularmente sea noche no deseaba tomar cerveza ni nada, pues tenía examen final al día siguiente. Elba, insistente, le dijo que se la había traído especialmente a ella pues era sabor chabacano que a Alma tanto le gustaba. Ante tal presente, mi amiga decidió agarrarle la cerveza, la puso sobre la mesa y se esmeró en atender a su amiga que se olvidó de la cerveza, la dejó ahí sin abrir, pues su misión como amiga era estarse con ella hasta altas horas de la noche preparando las botanas. Elba tomaba y tomaba una cerveza tras otra al grado que en unos 15 minutos ya estaba completamente ebria tanto que mi amiga la llevó a su recámara para que ya durmiera y descansara y ella hacer lo mismo, dado el compromiso académico que tenía en horas. Así lo hizo.
A las pocas horas amaneció y Alma despertó, se arregló para salir y decidió pasar por la cocina para tomar algo una mazana o un plátano para desayunar en el camino al Edificio Central de la Universidad de Guanajuato, pero cual fue su sorpresa que ahí en la mesa donde había puesto la cerveza sólo estaba un montón de tierra oscura, maloliente con gusanos vivos que se retorcían ante la luz del ventanal que les daba directo. Asustada sólo tomó su fruta y salió huyendo, tratando de encontrar explicación a semejante evento. Era claro que su compañera de casa le había querido hacer brujería, pero por qué… triste y lamentando lo ocurrido nunca lo entendió.
A partir de ese día Alma decidió cambiarse de casa, Elba no lo podía creer, la iba abandonar, pero mi amiga sólo tomó sus cosas y se cambió ahí cerca del baratillo, para poder pasar diario al Templo de La Compañía y dar gracias a Dios por la protección recibida ante esa mujer que se decía su amiga y que le quiso hacer un mal y que casi lo logra.
Los que saben dice que cuando la envidia existe no es porque la persona que te envidia quiera lo que tú tienes sea dinero, ángel, simpatía, amigos, no, es porque esa persona no desea que tú lo tengas, eso es lo que le da rabia y por eso hacen infinidad de trabajos moviendo fuerzas oscuras que en las que se les va la vida misma todo por terminar con su malestar al ver al otro feliz y contento con ser quien es y lo que tiene. Es por eso que siempre hay que tener una plantita, una mascota que te ayude a parar dichos males: ellos mueren antes que el mal te toque, son la bondad y protección en la tierra.
¿Quieres conocer a mi amiga Alma? Ven, lee y anda Guanajuato.
