Desde el Faro

LA AMISTAD

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Un valor universal

Todas las tardes, después de asistir a la escuela, 5 jóvenes se reúnen en los callejones de la ciudad para practicar el descenso en bicicleta; es una actividad deportiva sumamente riesgosa, ellos lo saben bien, pero les apasiona.

Con esa pasión suben por el camino que conduce al monumento a El Pípila, ubicado en el Cerro de San Miguel, y desde allá arriba, descienden a gran velocidad hasta llegar al centro de Guanajuato; no importan las caídas, como la que tuvo Isaac, el mayor de todos ellos, cuando casi al llegar a la calle Sopeña se distrajo un poco y cayó, pero de inmediato se puso de pie, y es que uno de los secretos del deporte es saber utilizar el cuerpo como herramienta para disminuir los efectos negativos de las caídas, hay que saber caer.

También acostumbran ir a la explanada de La Alhóndiga de Granaditas, o a los escalones del Callejón de La Condesa, donde suben y bajan constantemente, ahí, de nueva cuenta, Isaac resbaló, pero con la pericia que tiene, volvió a salir sin herida alguna.

Los demás tienen historias parecidas dentro de su vida cotidiana, donde las caídas, los desperfectos en las suspensiones y amortiguadores de cada una de sus bicicletas, incluso los chismes de la escuela o del barrio y sus problemas personales, forman parte del cotorreo entre ellos. Basta con escucharlos unos minutos para darse cuenta que tienen una dinámica fortalecida por la amistad, esa relación de afecto personal, desinteresada y de confianza.

Tal vez sin saberlo, sin percatarse, ellos viven algunos de los valores que integran amistades sanas, como: lealtad, confianza mutua y comunicación afectiva . Lealtad que permite el respeto mutuo, cumplir con las promesas y proteger los vínculos. Confianza, con la cual, los amigos se cuentan lo que les preocupa, les aflige; y comunicación afectiva, esa que se transmite sin hipocresías, sin rodeos, sin andar por las ramas.

La bicicleta ocupa gran parte de sus vidas, pero también estudian y tienen otras inquietudes: Isaac, quiere ser médico naval militar – “para servir a la Patria, y a la gente humilde” – Camacho, desea ser abogado, Isaac N. , músico y atleta de alto rendimiento; Dorian, deportista; e Iván, ingeniero de obras. Ninguno de ellos sobrepasa los 15 años, pero tienen objetivos fijos, metas que se han forjado dentro de una amistad que les da confianza en sí mismos.