Histomagia

ESPÍRITUS ETERNOS

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Guanajuato es una ciudad que siempre está activa, incluso por las madrugadas, turistas, músicos, taxistas y habitantes revelan el trajín que envuelve a este lugar todo el tiempo. Aquí todos sabemos que cuando alguien muere no se va del todo, su espíritu decide si se queda o se va, si sigue su camino o crea o piensa o ve que su camino es seguir su muerte aquí.  También sabemos que existe el más allá de la muerte física, el alma eterna, la inmortalidad de los vivos en la muerte que no tiene principio ni fin pues la muerte es la renovación de nuestro aliento de vida, la muerte permite diferenciar los seres finitos y de los infinitos en la eternidad.

Esta Histomagia le ocurrió a mi amiga Paty. Cuando me la contó confirmé que la intuición es una forma de comunicación que tiene los espíritus eternos, fuera de los límites del tiempo. Ella me pidió que la contara tal y como me la dijo, así que dejaré que la cuente ella.

“Una vez que vine al Guanajuato histórico a resolver algunos problemas legales con unos documentos, mi prima que me acompañaba me invitó a dormir a su casa como parte de una atención para mí, pues cuando terminamos de platicar y ponernos al día, ya era muy noche, bastante tarde para regresar a mi casa en zona sur, y como somos familia no me dejó quedarme en un hotel del centro.

La casa de mi tía, su mamá, se ubica en uno de los callejones cercanos a las plazas y jardines de la ciudad, tan cerca está que la algarabía nocturna se escucha clarito, así que no me pude negar y subimos a la casa. En cuanto entré, sentí un ambiente bastante tenebroso, sentí que había algo malo ahí, sentí miedo luego, luego, pero no dije nada.

Platicamos un rato en la sala, cenamos algo ligero y nos pusimos de acuerdo en dónde y cómo nos dormiríamos porque la casa es pequeña y sólo hay una recámara. Así que mi prima y yo nos quedamos a dormir con mi tía donde había una cama individual y una matrimonial pegadas. Esa noche me tocó en la cama individual y entre las camas pusimos una cobija para delimitar los espacios. Ya en la duermevela entre los sonidos típicos de la ciudad comencé a oír pasos alrededor de la cama, extrañada pensé que igual mi tía se había levantado buscando sus chanclas o algo así, pero no, abrí los ojos y no vía a nadie ahí, volteé a verlas y ahí estaban las dos dormidas en su cama. Decidí no hacer caso, me volvía acomodar y a cobijar, cerré los ojos intentando dormir, no pude, los ruidos siguieron. Era como si alguien quisiera que me despertara a fuerza porque ahora, además de los pasos y ese caminar insistente, sentí el ruido de una respiración cerca, incluso llegué a escuchar como que me hablaba como que eso me quería decir algo.

Intenté de nuevo no hacer caso, intenté -lo juro- arrullarme rezando el Padre Nuestro, cuando de repente me jalaron el pelo, la pierna, el brazo, no había lógica en esto, yo sentía que en verdad lo que querían era que me fuera de ahí, asustadísima me recorrí hacia la cama matrimonial quedando mi espalda pegada a un bulto que pensé que era la cobija que habíamos puesto para dividir, me quedé recargada en ella, petrificada, como para protegerme del espíritu que estaba ahí esperando desesperadamente que amaneciera.

A la mañana siguiente, ya clareando, y más segura de mí, decidí voltear a ver la cobija y ahí no había nada, no estaba la cobija, así que no sé en qué o quién me recargué y estuvo conmigo esa noche.

En verdad sentí un gran alivio al escuchar el barullo matutino de la ciudad, que la ciudad despertara. Sólo di gracias a Dios”.

Cuando mi amiga Paty terminó de contar su histomagia, se quedó en silencio dijo: “quien no crea en estas cosas es porque no le han pasado, pero cuando le pasen, no querrá haberlas vivido”.

Dicen los que saben que somos espíritus individuales viviendo una experiencia humana, y que al morir nuestra alma o espíritu regresa con la divinidad, pero no siempre es así. Los encarnados habitan entre nosotros en esta dimensión, aunque hay espíritus que deciden deambular por el mundo en busca de sí mismos, de su alma gemela o de otros espíritus para aterrorizar a los humanos. Se conflictúan y conflictúan a las almas vivas para diversión o solo para seguir el bucle temporal que es la eternidad. Son que seres que no todos podemos sentir o ver porque no lo podríamos resistir.

¿Quieres conocer a mi amiga Paty? Ella te platicará más histomagias de estos seres que viven aquí en este lugar místico. Ven, lee y anda Guanajuato.