Desde el Faro

ALFONSO OCHOA RECIBE LA PRESEA CERVANTINA

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Un periodista que da la voz a quienes no la tienen

Narrar historias, para que la memoria no las cubra con el polvo del olvido, es una de las inquietudes de Alfonso Ochoa Tapia, reportero que durante más de 30 años ha recorrido las calles de Guanajuato, para ver la transformación “anárquica y dolorosa” de la ciudad. El periodista, mejor conocido como “El Negro” Ochoa, conoce las entrañas de la capital del estado, por eso y por su vocación de servicio, recibió la Presea Cervantina “Eugenio Trueba Olivares”.

Asegura que la capital del estado ya no es una ciudad tranquila, que va perdiendo encanto, que las ambiciones personales de políticos y empresarios no tienen límites; pone como ejemplo la invasión del comercio ambulante en los espacios públicos; “los jardines y las plazas públicas que aún existen, son otorgadas al poder del dinero y ya no es posible la sana convivencia; políticos y empresarios solo quieren obtener ganancias a corto plazo”.

Además de recorrer la zona urbana, “El Negro” también se adentra en los caminos de terracería que conducen a El Cubo, El Monte de San Nicolás, o Peregrina para dialogar con los más viejos, escuchar de viva voz sus quejas y recuerdos infantiles, y con ellos reconstruye la explotación sufrida por los trabajadores de las minas; este es un asunto que le apasiona, tanto que escribió un libro – “Los Mineros Muertos” – donde el tema central es el asesinato de 6 obreros, ocurrido el 22 de abril de 1937,quienes pretendían fortalecer la organización sindical minera, y que fueron masacrados “por mitoteros y por sembrar ideas exóticas entre los trabajadores”; es un relato de atropellos, miseria, hambre. Nadie, ni siquiera los historiadores locales, han querido abordar el tema, porque se afectan muchos intereses.

Por supuesto que la postura de Ochoa Tapia ha traído el disgusto de políticos, sin embargo, el periodista- historiador insiste y se involucra en los reclamos de los trabajadores y su presencia es frecuente en la ceremonia que cada año realizan los mineros en memoria de las víctimas.

Su pasión por la historia lo llevó a escribir otro libro – “La Historia del Asesino del Castillo de Granaditas”- ahí relata los hechos ocurridos el 25 de noviembre de 1810, cuando Marcelino Belén, “El Negro Lino”, asesina a cientos de españoles, recluidos en la antigua prisión.

Alfonso Ochoa Tapia no se ha retirado, aún colabora en medios digitales, y por su honestidad, y a pesar de su rebeldía, recibió de la gobernadora, Libia Dennise García Muñoz –Ledo, la Presea Cervantina.