En el Diego Rivera, fotografías y documentos, muestran al ícono de la cultura mexicana
La imagen fue captada una de las tantas veces que la artista estuvo hospitalizada; aún en la cama, Frida se muestra fuerte, desafiante, tal vez pensativa, pero siempre bella, nunca derrotada. Así era ella, personalidad arrolladora, que aún ahora, seduce.

Al ver las imágenes que conforman la exposición “Kahlo sin Fronteras”, donde se muestran archivos médicos, imágenes fotográficas, con una excelente propuesta curatorial que relaciona hechos y objetos entre sí, el espectador puede llegar al interior de la artista y conocer su fuerte lucha contra el dolor.
Ella luchó, intuyó que el arte es el mejor paliativo contra las adversidades, por ello, desarrolló su capacidad creativa, aprendió a interrogar sus problemas, a desarrollar recursos para afrontarlos y paliar sus efectos; tal vez esto sea lo más destacado de la muestra: señalar cómo el ser humano transforma al dolor en creación cuando la melancolía cede y la tristeza amaina.
Son alrededor de 30 imágenes, más de 8 cartas dirigidas a sus “doctorcitos”; todos son documentos que relatan una parte importante de la historia de México. Algunas de las gráficas que se almacenan en la mente y el corazón, muestran a Frida pintando recostada en la cama; acariciando a un perro mexicano – ixcuincle – junto con el arquitecto Juan O Gorman; o con Dolores del Río, Diego Rivera y Orson Welles, aquel director y productor de cine que en 1938 provocó el pánico al transmitir “La Guerra de los Mundos”.
La visita al Museo Casa Diego Rivera es imperdible, para observar “Frida sin Fronteras”, en el marco del 53 Festival Internacional Cervantino.
Crédito de la imagen: Julien Levy/ Philadelphia Museum of Art