Fernando Macías Garnica presenta libro en el Congreso de Guanajuato
Que la “charamusca”, ese tradicional dulce, elaborado con piloncillo y canela, no nació en Guanajuato, que llegó de Aguascalientes y se naturalizó como guanajuatense apenas en 1956; de eso nos enteramos durante una “Charla de Café” realizada en el Congreso de Guanajuato.

Durante la presentación del libro “Las Charamuscas 1956, de Aguascalientes a Guanajuato, un Viaje en el Tiempo”, el economista Fernando Macías Garnica, trasladó al público en un recorrido en el que se combinan las tradiciones culinarias, los valores familiares y la historia regional de nuestro México.
Todo comenzó el miércoles 26 de marzo de 1956, en plena Semana Santa, cuando el doctor Luis Macías Gutiérrez y su esposa Macrina Garnica, junto con sus hijos, decidieron visitar al abuelo, Manuel Macías. Con un ritmo ágil, ameno, Fernando Macías narra sus recuerdos de infancia: “esa mañana comenzamos los preparativos desde temprano. Organizamos las maletas con ropa y utensilios para un viaje de cuatro noches; también adquirimos los comestibles para el trayecto, los compramos en la tienda de al lado, “Abarrotes El Niágara”, de don Salvador Ponce, ubicada en la esquina con la calle Matamoros”.
Toda la familia, con el equipaje, las tortas y las “charamuscas”, que pensaban obsequiar a sus familiares, cupieron en un portentoso Pontiac negro; así emprendieron el viaje en el que cruzaron poblaciones de Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, hasta llegar a la capital minera. En el libro abundan datos históricos de la ciudad hidrocálida, Encarnación de Díaz, Lagos de Moreno, León y Silao, con fotografías de la época. Por supuesto, también hay imágenes de la ciudad cuevanense, de sus calles, fachadas de los negocios, algunos de los cuales aún existen.
Después de recorrer algunos kilómetros, el Pontiac negro 1950 se estacionó frente al Jardín Reforma, en el número 71 de la calle Juárez, una histórica residencia de 2 plantas, donde en el primer nivel se localizaba “La Sultana”, una tienda de abarrotes; y ahora se ubica un negocio de electrodomésticos.
Pero el punto de encuentro del tradicional dulce con Guanajuato se produjo cuando el doctor, tomó cuatro piezas para obsequiarlas a su primo, José Isabel Hernández, dueño de la dulcería “A Jalisco”, ubicada cerca de la panadería “La Purísima”, propiedad de la familia Orranti; José Isabel las colocó en sus vitrinas como un adorno; en ese momento cambió el destino de la “charamusca”, ahí se volvió guanajuatense, a partir de entonces, los clientes de la dulcería comenzaron a preguntar sobre el precio de las figuritas de melcocha; al poco tiempo, las también conocidas como “momias” se hicieron populares, algunos dulceros del Mercado Hidalgo vieron el potencial de venta y le dieron su toque característico.
Ahora, algunas familias tienen al dulce como su patrimonio, y piensan patentarlo porque presienten que algunos empresarios piensan “piratearlo”.
“CHARLAS DE CAFÉ”
Envueltos en un ambiente único, rodeados de libros, un poco de café y conocimiento, comerciantes del Mercado Hidalgo y jóvenes del CECYTEG escucharon la plática de Fernando Macías Garnica; así son las “Charlas de Café”, un proyecto que se fortalece gracias al entusiasmo de Alberto Macías y Victoria Baeza, responsables de la Biblioteca y Archivo Histórico del Congreso de Guanajuato; ahí, cada semana se presentan libros, hay música, conocimientos, convivencia.