Quienes han vivido el FIC por adentro revelan historias no publicadas
La imagen fue captada el 5 de septiembre del 2012, semanas antes de celebrarse el Festival Internacional Cervantino, en su edición 40; en ella aparecen periodistas que relatan en el libro “Visiones de un Mismo Escenario” las experiencias adquiridas durante la fiesta cultural más importante de Latinoamérica.

En el prólogo del texto, Leticia Sánchez Medel señala que la publicación “es un homenaje al FIC, desde la mirada de quienes se han dedicado a narrarlo día tras día en los periódicos, radio, televisión y más recientemente, a través del internet”.
“Es un proyecto – agrega – que rescata perfiles, anécdotas, datos curiosos, historias no publicadas, como las distintas versiones sobre el origen del festival, y los textos periodísticos que ayudan al lector a entender que el Cervantino ha sido el reflejo del acontecer social, cultural y político de este país”.
ORIGEN DEL FESTIVAL
Al tener el libro entre sus manos, el lector puede conocer, por ejemplo, la anécdota contada por el escritor Fernando de Ita, quien asegura que el FIC tiene como origen un dolor de estómago.
Cuenta que la diva del cine, Dolores del Río en una ocasión fue a comer a Silao un exquisito platillo que se llama “mancha manteles” que le cayó de peso, ya en la ciudad de Guanajuato descansó un poco y para recuperarse del malestar salió a caminar, y en su trayecto pasó por San Roque, donde Enrique Ruelas presentaba los Entremeses Cervantinos, y quedó fascinada. Luego, en un encuentro con Rodolfo Echeverría, este le comentó que su hermano Luis, el entonces presidente, tenía la intención de realizar un festival de mucha importancia; la actriz de inmediato respondió: “Guanajuato es la mejor opción”.
Así nació el FIC en 1972; también se recuperan las palabras del maestro Roberto López Moreno, quien asegura que en aquel entonces, “los periódicos no le daban mucha importancia a la cultura, por lo que solo les interesaban las declaraciones de los políticos, y esa primera edición no tuvo una cobertura periodística de importancia”; recuerda también que años después, Ray Charles, el famoso jazzista estadounidense, exigió que para trasladarse del centro de la ciudad al parque de beisbol Aguilar y Maya fuese trasladado en un camión lujoso que apenas podía circular por los callejones de Guanajuato; “ ¡esos eran los excesos de las grandes estrellas!”.
En el texto también se incluyen entrevistas con: Ramón Vargas, Isauro Rionda y Eugenio Trueba Olivares, quien reconoce que antes del FIC “Guanajuato era casi una ciudad fantasma”.
Leticia Sánchez Medel entrevista igualmente a: Patricia Vega, Guadalupe Pereira, Miguel de la Cruz, Sergio Raúl López, Pablo Espinoza, Juan Hernández y Huemanzin Rodríguez, entre otros; además, a los reporteros locales: Gustavo López, Edgar Tamayo, José Luis Medina, Arnoldo Cuéllar y Rolando Briseño.
De Puño y Letra
También se encuentran escritos de la entrañable ELDA MACEDA, Juan Carlos Valdéz, y de quien esto escribe, quien relata cómo en el interior del emblemático Mercado Hidalgo, durante la edición 38 del FIC, las personas que realizaban sus compras se sorprendieron al ver salir de entre los puestos de frutas y verduras, a cantantes que vestidos con mandiles cantaron las arias más representativas de óperas como: Carmen, Elíxir de Amor, La Traviata, Rigoleto y El Barbero de Sevilla. Éxito extraordinario, con lo cual se demostró que a la gente de Guanajuato también le gusta la buena música.
Por todo esto, es importante leer el libro para conocer las entrañas de un festival, que a pesar de pandemias y otros tropiezos, sigue adelante.