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Se fue Xavier González, hombre de vieja guardia de un periodismo bohemio

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Eran las 11 de la noche de un enero de 1987, hora del cierre en la redacción de El Sol de León. Alfredo Contreras, el subdirector editorial, había definido la jerarquización de notas para las portadas. El profe Juan Mireles, jefe de información, ya se había ido. Ramiro Muñoz esperaba la última nota de policía para cerrar la plana. En deportes todavía laboraban y todo era coordinado por Xavier González, que escuchaba de la llamada “música clásica” en la vieja grabadora que había en la redacción, usada para escuchar los noticiarios de radio.

Pero la calma terminaría con la llegada del reportero de guardia, que sacaba de su morral un audiocassette y le tocaba poner su música: rolas de El Tri y Rokcdrigo González.

–“¿Ya vas a poner tu música de locos mariguanos?, reclamaba don Xavier. Y mientras sonaba el “Éste es un asalto chido, saquen las carteras ya; bájense los pantalones, que los vamos a basculear”, el tolerante y paciente jefe de la redacción sólo exclamaba un “¡sea por Dios!”.

Don Carlos Xavier González López se durmió para irse en paz. Su cuerpo agobiado por el párkinson se quedó quieto y él, ya muy delgado, de 89 años de edad, dejó su legado.

Xavier González fue un hombre de letras, música, poesía y canto. Referente del periodismo que descansaba con tertulias y bohemia.

Don Carlos Xavier González López fue durante décadas jefe de redacción de El Sol de León y uno de los promotores de la cultura desde el periodismo. Fue impulsor y editor de secciones culturales de fin de semana y suplementos que integraban colaboraciones de lo más granado de la intelectualidad leonesa de su tiempo.

Su columna “Bohemia Leonesa” no sólo era su espacio de expresión: era una trinchera de una educada, pero contundente crítica, que contribuyó.

Grupo Oasis y su impulso a la cultura

En 1949, por iniciativa del sacerdote José Fidel Sandoval fue creado el Grupo Oasis, que pasó de la tertulia y la bohemia al impulso del arte y la cultura en la ciudad. Sus integrantes impulsaron la creación literaria -especialmente la poesía-, la música, la pintura, el canto y las referencias al ceremonial provinciano de lo distintivo, como es el baile del Cotillón.

José Fidel Sandoval fue el párroco del Templo del Mezquitito. Fue él quien congregó el grupo de creadores artísticos, con el fin de “estudiar, escribir y editar poesía”. No podía faltar Xavier González, quien vivía “a la vuelta”, en la calle Zaragoza, en el mero centro de León, también a la vuelta del impresionante templo Expiatorio, en ese tiempo en construcción.

En el grupo estuvieron poetas como José de Jesús Ortiz Funes. Otros se dedicaron a la danza, al teatro, a la zarzuela y a diferentes disciplinas artísticas. Algunos de sus miembros más destacados fueron Zaida Ruth Nasser, una destacada poetisa, cantante y pintora, quien grabara con su voz de soprano dos discos de acetato. Ahí estuvo también Aída del Moral, una destacada cantante.

El grupo impulsó las representaciones de “Don Juan Tenorio,” de José Zorrilla, y entre sus integrantes han existido maestras que incluso escriben libros de Lógica para bachillerato, como María del Carmen San José González, o la maestra Lucha Rivera, también dedicada a la música, o Margarita Godínez, que es pintora, cantante, escritora.

Oasis siempre se caracterizó por estar integrado por personas de fe y por eso promovieron la devoción a la Divina Infantita, el Viernes de Dolores y sobre todo, las mañanitas a la Virgen de Guadalupe.

Ligado también a los clubes de servicio, Oasis, a través de Reinaldo Cabrera, compositor, iniciaron el Cotillón (danza o baile que representa coreografías que aluden a la nobleza europea del siglo XIX y en el que participan chicos y chicas de “sociedad”).

Cabrera era pianista, pero tenía conocimiento en cuanto al baile. Fueron los integrantes del Club Rotario que le pidieron realizara un baile como los grandes eventos de Francia para presentar a las señoritas de sociedad. Eso fue en 1954 y continuó.

A Oasis se le celebraron sus 70 años en 2019.

Hombre de cultura y fe

Además de participar en los encuentros bohemios en los que confluían los ya citados, al igual que personajes como don Mariano González Leal, Xavier González cumplía un papel fundamental al llevar a los espacios informativos las actividades culturales de la agrupación. Su labor contribuyó al desarrollo de la Casa de la Cultura y era un contumaz vigilante del arte ligado a sus principios y creencias, pero respetuoso ante las manifestaciones diferentes. Fue un hombre tolerante, por encima de sus creencias religiosas muy arraigadas y se le recordará por su amor por la cultura y su espíritu filantrópico.

Fue también impulsor de proyectos religiosos, entre ellos la construcción de la Plaza Expiatorio. Cuando ya estaba por concluirse la construcción del templo Expiatorio, se decidió hacerle una plaza, pues el atrio resultaba insuficiente y las construcciones que le rodeaban impedían disfrutar más su magnificencia.

Fue entonces que en 2008 se anunció el proyecto de derribar el bloque de casas de una de las esquinas de Madero y Zaragoza. Una de ellas fue la de la familia de Xavier González. La Plaza Expiatorio fue inaugurada el 18 de septiembre de 2009, más de 20 años después de haberse proyectado como un complemento del Corredor Turístico Poliforum-Centro. Su construcción inició el 10 de diciembre de 2008 y complementa el Templo Expiatorio, que se ubica en el mismo lugar y que fue concluido en 2012, tras más de 90 años de obra.

Fue de los leoneses que valoró el hecho: sacrificar el legado de familia y el espacio de tantos recuerdos por un proyecto que mostrara la magnitud del uno de los templos de arquitectura más impresionante del país.

Formador de periodistas

Profundo conocedor de las normas de escritura, fue un estricto jefe de redacción que cuidaba las palabras y los contenidos. Fue un editor caracterizado por la pulcritud del manejo de la lengua en la información, pero que no se cerraba a expresiones diversas. Amaba la crónica periodística. En una ocasión recibió una sobre un concierto del Tri de Alejandro Lora en León, donde se empezaba con el “¿Quieren seguir escuchando esta música para pinches locos mariguanos?”. Respetó la propuesta del reportero, al que siempre decía: “escribe como te dé la gana, pero sin faltas de ‘ortografia’ (mencionada sin la tilde en la “i”. Bromista y amable, que lo mismo podía expresar frases con un español muy culto, que recurrir a los modismos populares. Así aconsejaba y formaba a jóvenes periodistas.

Xavier González escribía, pintaba y cantaba. Partió de este plano terrenal a los 89 años de edad y disfrutaba su jubilación desde hace más de una década.

Falleció este lunes 6 de octubre, en el retiro. Se reunió con su amada carmelita, fallecida en 2021. Vivía cuidado en Irapuato por su hija, la también periodista Violeta González, quien así lo despidió:
Don Carlos Xavier González López te fuiste enooormeee: Digno, amado, cuidado y cómo a ti te encantaba, una noche de música bonita…tu mañana noticiosa, aunque ya estabas partiendo de este mundo.

Justooooo el sábado te recordé lo mucho que ayudaste a cientos de personas, tu temple, tu devoción y tu gran corazón te hicieron el filántropo que se quedó sin nada por dar y darse a los demás…

Gracias por ese legado religioso y de identidad que forjaste para León y todos quienes te conocieron.

Gracias por amar apasionadamente tus únicas y muy propias convicciones. Gracias por tu devoción al padre Sandoval y al Grupo Oasis.

Gracias por tu canto. Gracias por decirme que me amabas «iguanas ranas». Gracias por aguantar tu dolor físico por el párkinson que llegó implacable. Gracias por tu pintura. Gracias por tus letras. Gracias por ser mi papá y ser guía paternal para mi hija.

¡Trasciende en paz papacito!

Hasta pronto, Xavier. Escucharé, en tu memoria, “Chavo de Onda”, “Perro negro y callejero”, “Metro Balderas” y “Asalto Chido”. Yo me quedo todavía un rato más, escuchando mis mariguanadas.