UG lidera proyecto sobre prevención de enfermedades cardio metabólicas en adolescentes

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La Dra. María Eugenia Garay encabeza una investigación multidisciplinar enfocada a la detección e intervención temprana

León, Gto.- En el Departamento de Ciencias Médicas de la Universidad de Guanajuato (UG) Campus León, un equipo encabezado por la Dra. María Eugenia Garay Sevilla ha desarrollado un proyecto que representa un cambio significativo en el enfoque de la medicina preventiva: trasladar la atención de las complicaciones crónicas observadas en personas adultas hacia la detección temprana de riesgos cardio metabólicos desde la adolescencia.

De acuerdo al comunicado de prensa, esta iniciativa surge de una realidad preocupante: los niveles de obesidad infantil y adolescente en México han alcanzado cifras alarmantes. El sedentarismo y los cambios en los patrones alimentarios están acelerando la aparición de daños hepáticos y cardiovasculares en edades cada vez más tempranas. «Hemos identificado daño vascular en adolescentes de apenas 14 o 15 años», comenta la Dra. Garay, investigadora del Departamento de Ciencias Médicas, quien enfatiza la urgencia de atender esta problemática desde una perspectiva preventiva.

Los estudios realizados con adolescentes de entre 15 y 19 años revelaron un hallazgo significativo: más del 90% de los jóvenes con obesidad presentan hígado graso no alcohólico (NAFLD).

Utilizando ultrasonido y tecnología avanzada como el equipo Mobil-O-Graph, el equipo midió indicadores clave del riesgo cardiovascular, incluyendo el grosor de las arterias del cuello, presión arterial central, gasto cardíaco y resistencia periférica. También se empleó un lector de AGEs (productos de glicación avanzada), que permite estimar de manera no invasiva el riesgo cardiovascular asociado al envejecimiento celular.

Algunos de los resultados más alentadores son derivados de dos investigaciones de estudiantes de la UG y estudiantes de la Dra. Garay que dentro de sus programas de maestría demostraron la efectividad de estrategias de intervención específicas.

En el primer estudio, realizado por Verónica Ivette Tovar Villegas, se evaluó el efecto de la suplementación con citrulina, un aminoácido natural presente en la sandía. Durante ocho semanas, los adolescentes mostraron una reversión notable en el grado de daño hepático, pasando de condiciones severas a moderadas o leves.

El segundo estudio, a cargo de Alan Arturo Rodríguez Carrillo, combinó la citrulina con ejercicio de alta intensidad durante doce semanas. Los resultados confirmaron mejoras tanto en la condición del hígado como en variables cardiovasculares clave, incluyendo una disminución significativa de la presión arterial central. Ambos trabajos constituyen los primeros estudios a nivel mundial en evaluar estas intervenciones en adolescentes con hígado graso, posicionando a la Universidad de Guanajuato como referente internacional.

Otros proyectos del grupo han documentado que estrategias como el aumentar la ingesta de fibra, también producen mejoras medibles en el perfil cardiovascular. Estos hallazgos refuerzan un mensaje esperanzador: la prevención puede iniciarse con acciones cotidianas al alcance de todos.

Este esfuerzo es resultado del trabajo interdisciplinario de especialistas del mismo Departamento: la Dra. Lorena del Rocío Ibarra Reynoso, el Dr. Armando Gómez Ojeda, y la Dra. Katia Vargas con trabajos en torno a la actividad física. El proyecto contó además con el apoyo del egresado Mario Ramón Espinosa Vargas como asistente de investigación, y la colaboración de la Dra. Monserrat Josefina Olvera Juárez, del Hospital General Regional de León para realizar estudios de imagen.

El financiamiento ha sido respaldado de recursos institucionales de la Universidad de Guanajuato y alianzas estratégicas con el sector privado, como el de la empresa Pronat, que contribuyó con la donación de citrulina, mientras que compañías mineras de Guanajuato y San Luis Potosí apoyaron con recursos para equipamiento especializado.

El equipo prepara un nuevo proyecto que permitirá mantener el seguimiento de las y los adolescentes evaluados. «Queremos que estos hallazgos no solo se queden en las revistas científicas, sino que lleguen a las familias de nuestra comunidad», enfatiza la Dra. Garay.

La Dra. Gray señala que la prevención de enfermedades cardio metabólicas es posible. Los resultados de esta investigación demuestran que acciones al alcance de todos “mejorar la calidad de la alimentación, incrementar la actividad física regular y adoptar hábitos más saludables” pueden marcar una diferencia significativa en la salud de las y los jóvenes y en el futuro de nuestra comunidad.