Analizan a las familias mexicanas a través de datos estadísticos*

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Ofrecen información sobre el curso de la vida: Verónica Montes de Oca

Uno de los cambios sociales más importantes ha sido la transición de la fecundidad, pasando de tener siete hijos por mujer en la década de los 60 a 1.6 en años recientes

Diana Saavedra 

  ©Gaceta UNAM  

Los datos estadísticos ofrecen una visión interesante de los parentescos familiares (importantes sobre el curso de vida y cómo nos vinculamos con las personas), algo que en la demografía no siempre es valorado, comentó Verónica Montes de Oca, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS).

Al moderar la primera mesa del encuentro “Los estudios de población en la UNAM. La demografía en el contexto actual”, la investigadora precisó que, a lo largo del tiempo, los expertos del Instituto han revelado nueva información sobre la población y su comportamiento gracias al uso de estadísticas demográficas.

En la mesa “Las familias como unidad de análisis sociodemográfico”, Marta Miery Terán Rocha, también investigadora del IIS, destacó que una de las transformaciones sociales más importantes en México ha sido la transición de la fecundidad,pasando de tener siete hijos por mujer en la década de los 60 a 1.6 en años recientes.

La doctora en Demografía habló sobre el proyecto “Patrones reproductivos y escolaridad de las mujeres en México”, que tiene como propósito conocer la evolución simultánea de los procesos de expansión de la escolaridad y transición de la fecundidad en México, así como evaluarlos, con el objeto de mostrar la manera en que las desigualdades educativas de las mujeres determina el número de hijos que tienen.

Explicó que, luego de revisar las bases de datos de 1912 a 1978, es evidente que las analfabetas tienen una mayor fecundidad que las de otros grupos educativos, lo que refleja su vulnerabilidad para tener una familia del tamaño que desearían.

A su vez, Marina Emilia Ariza, quien es investigadora del IIS, compartió que las emociones, como muchos otros procesos, tienden a ser estudiadas más desde la perspectiva cualitativa, pero también es posible hacerlo mediante las encuestas.

Mencionó que para mostrar lo anterior,se realizó en 2005 la Encuesta Nacional sobre Dinámicas de las Familias, para la que se aplicaron 24 mil cuestionarios.

Los resultados indican que mientras el afecto percibido por las madres proviene de forma más o menos equilibrada de sus hijos (26.3 %), de las abuelas (24.3 %) y de los esposos (24.2 %); en tanto que al hablar de los padres, aquél se concentra en las esposas (44.2 %), seguidas por los hijos (21 %)y, finalmente, por sus madres (19.3 %).

Ariza dijo que, cuando son jóvenes, la madre de quien más recibe afecto es de su propia madre, pero cuando tienen más de 50 años son los hijos quienes más se lo otorgan. Si bien en el hogar nuclear a la que más se respeta es a la madre, al hablar del hogar extenso, todo el mundo a quien ofrece más respeto es a su propia madre.

En su momento, Rosa María Camarena Córdova, investigadora del IIS, subrayó que dentro del campo de la demografía y de los estudios de familia, el interés respecto a las personas con las que los niños y jóvenes cohabitan o residen no es nuevo y forma parte de los factores que explican comportamientos asociados a la dinámica familiar.

La también profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales sostuvo que para analizar ese tema se realizaron 23 mil entrevistas a personas entre 20 y 54 años, nacidas de 1962 a 1997, a quienes se les preguntó con quiénes convivieron en sus primeras etapas de vida.

El 54.2 % de los entrevistados convivieron siempre o casi todo el tiempo con ambos padres, el 13.7 % vivieron después de los 12 años sólo con la madre, el 20.6 % después de los 16 o 17 años con familiares, el 5.4 % estuvieron la mayor parte del tiempo en hogares nucleares extensos; para el 2.4 % predominó la cohabitación sólo con la madre en hogares extensos y,finalmente, para el 3.7 % predominó una cohabitación con otros familiares.

Por su parte, Cecilia Andrea Rabell Romero, investigadora del IIS, comentó que un análisis del Censo de Población del 2013, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, muestra que los grupos de vivienda en los que hay menos personas, menos integrantes menores de 16 años y una proporción de personas ocupadas de 0.35 a 1 se asocia a niveles socioeconómicos elevados; en oposición se encuentran aquellos hogares con más personas, con más integrantes menores de 16 años y con proporción de individuos ocupados baja (con trabajo), en ellos el índice socioeconómico es bajo.

Rabell Romero acotó que las características de la estructura del hogar relacionadas con la situación socioeconómica y el entorno son sólo el número de personas y su edad. Contrario a lo esperado, ni el género de los integrantes, incluyendo el jefe, o la presencia de adultos mayores están asociados con la situación socioeconómica de los arreglos familiares extensos simples.

Al inicio de la reunión, realizada en Sala la 1 del Auditorio Pablo González Casanova, la directora del IIS, Marcela Amaro Rosales, recordó que el encuentro se celebró en el marco del 95 aniversario del Instituto para promover un diálogo entre las áreas y encontrar nuevos mecanismos de continuidad en las investigaciones que se llevan a cabo en las distintas áreas de investigación.

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*  Tomada de Gaceta UNAM. Publicada con fines no lucrativos. Si usted está interesado en estos temas, visite el sitio: https://www.gaceta.unam.mx/analizan-a-las-familias-mexicanas-a-traves-de-datos-estadisticos/