Se trató de un espacio de encuentro entre la creación contemporánea y los saberes que nacen en comunidades y territorios originarios
- Se realizó el primer seminario Pluralidades: Prácticas Artísticas desde Perspectivas Originarias, en el Museo de Arte Moderno
- Participaron la galerista y artista Aydeé Rodríguez, la creadora Martha Alejandro y la curadora independiente Rosi Huaroco
CDMX.- Con el objetivo de compartir procesos, reflexiones y experiencias que contribuyan a ampliar las formas de relación entre arte contemporáneo, comunidad y museos, se llevó a cabo el primer seminario Pluralidades: Prácticas Artísticas desde Perspectivas Originarias, en el Museo de Arte Moderno del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

De acuerdo al comunicado de prensa, concebido como un espacio de encuentro entre la creación contemporánea y los saberes que nacen en comunidades y territorios originarios, el seminario incluyó la mesa de diálogo Entre sistemas y territorios contemporáneos, con la participación de la galerista y artista Aydeé Rodríguez, la creadora Martha Alejandro y la curadora independiente Rosi Huaroco, bajo la moderación de la historiadora del arte e investigadora Ariadna Solís.
Martha Alejandro, artista zoque procedente de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, cuya práctica se centra en la cerámica y el barro, comentó que le interesa abordar temas como la territorialidad, la comunidad y el arte contemporáneo, además de promover la creación de artistas de ascendencia maya y zoque. “Apoyamos a los artistas durante todo el proceso, desde el montaje de sus exposiciones hasta la realización de talleres, visitas guiadas y conversatorios”, explicó.
Añadió que sus principales temas de interés son la memoria, el género, los cambios que ocurren dentro de las comunidades y la defensa del territorio. “Nuestros trabajos no están pensados para exhibirse en museos o galerías, sino para contribuir con la comunidad. Desde el arte también podemos mostrar nuestras inconformidades y demandas”, subrayó.
Señaló que su exploración artística parte del barro y de la oralidad, desde las reflexiones que le enseñaron su madre y su abuela. “La escultura me da la oportunidad de representar mi cultura”, dijo.
Por su parte, Aydeé Rodríguez es una artista autodidacta cuyo trabajo se desarrolla a partir de la memoria. Sus óleos relatan la esclavitud que las poblaciones afromexicanas han padecido desde la época colonial hasta la actualidad.
La artista guerrerense, invitada en 2014 a la Bienal de Venecia, comentó que pintar sobre los afrodescendientes y los pueblos indígenas le permite recuperar su historia y las costumbres heredadas. “Curiosamente, en mi comunidad no se pintaba a la gente negra. Hace 30 años nos daba miedo abordar estos temas, por lo que decidí hacerlo yo. Busco historias y las plasmo en el lienzo para dar a conocer nuestra historia, cultura y todo lo relacionado con la negritud”, aseveró.
La mesa concluyó con la participación de Rosi Huaroco, curadora, gestora e investigadora purépecha, quien cuestiona los modelos urbanos de exhibición y se ha consolidado como una voz clave en el tema. Señaló que los relatos orales y la memoria de las comunidades originarias mantienen una relación profunda. “La defensa del territorio, la violencia derivada de la presencia del crimen organizado y el desplazamiento aparecen en mis obras artísticas. El arte es una herramienta que acompaña los procesos políticos y sociales”, afirmó.
Las artistas e investigadoras coincidieron en la importancia de abrir espacios de diálogo que permitan reconocer los saberes, prácticas y voces que han sido sistemáticamente invisibilizadas en la construcción de la historia del arte mexicano, en particular las de las comunidades indígenas, fuerzas vivas capaces de transformar los modos de entender el arte, la curaduría y los museos.
El seminario también contempló dos recorridos por la exposición ¿Quién cuida las montañas?, de Maruch Sántiz Gómez, y por la instalación Las ancestras que tejen, hablan y caminan, de María Sosa.
