Edición de Jorge Olmos Fuentes
25 de septiembre de 2011
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Apunte para una historia de la literatura guanajuatense
Benjamín Valdivia
A diferencia de la generación previa que se encuentra ya situada en nuestras letras nacionales, los escritores actuales del estado de Guanajuato son primordialmente poetas, sin que ello niegue la existencia de jóvenes narradores importantes como Alejandro García o Fernando Alvarado. Simplemente constatamos que existe un grupo más sólido de poetas jóvenes que de prosistas. Así son los vaivenes de la literatura, y además nada está definido para los siguientes años en los que ambos grupos están a la mano para propinarnos sorpresas como la obtención del premio nacional de poesía por parte de Baudelio Camarillo.
De los poetas jóvenes habría que acotar solamente las líneas de interés que marcan. Por ahora, el camino: un asumir la tradición y forzarla desde la finura de la sensibilidad (Eugenio Mancera); una persistencia de la fugacidad de los sentidos por la evocación de instantes privilegiados y destellos de los cuerpos (Juan Manuel Ramírez Palomares); un grito desgarrador y desgarrante que atosiga las formas y deconstruye bárbaramente (Gabriel Márquez); y la intensidad de la contemplación ahíta de germinaciones y mitologías (Demetrio Vázquez Apolinar). Hay, desde luego, otras vías en brote y surgimiento de las que tenemos anticipos —como la flor precede al fruto— pero que buscan todavía el resquicio de sus maduraciones.
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Oro de hoja. Revista de literatura del Consejo para la Cultura de León, Año I, Núm. 1, septiembre de 1993.
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Dos visiones de un cometa
Gutierre Aceves Piña
A la infatigable curiosidad de Hermenegildo Bustos debemos un par de obras excepcionales en la historia de la pintura mexicana: “Cometas” y “Fenómeno”. Ellas nos revelan interesantes facetas de la personalidad y de los intereses del pintor.
Se trata de dos pequeñas obras que son hijas de la observación y del gusto que tenía el artista por documentar lo que veía. El caso de “Cometas” nos muestra su interés metódico y asiduo hacia la naturaleza, pues durante veintiséis años —entre 1858 y 1884— Bustos registró en una lámina de 25.5 centímetros x 18.5 centímetros, los cometas que observó en el pueblo de La Purísima, desde la azotea de su casa, como él mismo lo indica en los textos que acompañan las imágenes.
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Oro de hoja. Revista de literatura del Consejo para la Cultura de León, Año I, Núm. 2, noviembre de 1993.
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La Pared en la Ventana. Poemalibro de Gabriel Márquez de Anda
Demetrio Vázquez Apolinar
Entenderé por Poemalibro, el objeto que crea en torno a él un acontecer, y como tal, es un generador de hechos siendo estos propios hechos reflexivos o sensibles y que llevan por necesidad, a mantener una posición estética y ética.
El libro como tal, como espacio, para que devenga el hecho-poema, debe no estar impreso. En blanco.
¿Pero cómo aceptar un libro en blanco? Un libro en blanco no sería un libro en ningún sentido. Aún así, esto sería un poema. De otra manera si el libro tiene impresos poemas no es más que un libro de poemas
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Oro de hoja. Revista de literatura del Consejo para la Cultura de León, Año I, Núm. 3, marzo de 1994.
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Vitral del siglo
Francisco Azuela
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Destello VII
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¿Quién toca tanta música
que todas las noches
a la misma hora me despierta?
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¿Quién calienta tu espectro
cubierto de margaritas de cementerio
y rompe el arco de tu vida
en un dardo envenenado?
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¿Quién podría regalarnos
una canción del tamaño del viento?
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Oro de hoja. Revista de literatura del Consejo para la Cultura de León, Año 2, Núm. 4, febrero de 1995.
