Redacción
San Miguel de Allende, Gto., 02 de mayo de 2012.- La Procuraduría General de Justicia cumplimentó orden de aprehensión en contra de ENRIQUE ALVAREZ SOTO, de 29 años, con domicilio en avenida Revolución de la colonia Ignacio Ramírez, por el delito de homicidio en relación de parentesco. Este sujeto es presunto responsable de privar de la vida a cuatro de sus hijos, cuando éstos tenían meses de nacidos.
En el año 2003, este sujeto, de oficio lava carros, vivía en unión libre con una mujer de 26 años de edad, con la que procreó un primer hijo, en ese tiempo vivían en la colonia Olimpo en esta ciudad.
Cuando el bebé tenía entre cinco y seis meses, la pareja habitaba una casa en la colonia Santa Julia, y refiere la mujer, que cada vez que lloraba el bebé, Enrique se enojaba y lo ponía boca abajo, con cobijas, hasta que se callaba, así ocurrió en una ocasión en que esta persona se quedó solo con el bebé, porque su pareja había salido a la tienda.
Al regresar, la mujer vio que el bebé tenía cobijas sobre él y ya no respiraba. Horas más tarde, este sujeto salió a buscar un taxi y la pareja se dirigió a la Plaza Real del Conde, en donde ella esperó en la entrada principal y Enrique llevó al bebé envuelto en cobijas, tardó media hora y regresó ya sin el cuerpo del recién nacido.
Un año más tarde, la pareja tuvo un segundo bebé al cual bautizaron sin registrarlo y cuando el recién nacido tenía siete meses, se cambiaron al Ejido de Tirado. En ese domicilio, en una ocasión, el bebé comenzó a llorar, Enrique se molestó y tomando al pequeño de una pierna lo proyectó contra la pared, y fue a caer sobre un colchón, en donde le aventó las cobijas encima y lo envolvió por la cabeza, cuando la mujer se acercó, el recién nacido ya no respiraba ni se movía.
Enrique Álvarez Soto tomó una bolsa de polietileno y metió ahí el cuerpecito, para enterrarlo por la noche en el patio de la casa. En esa ocasión, el hombre le dijo a su pareja que fuera al Ministerio Público y denunciara el robo del menor, por lo cual se integró la averiguación previa 1099/2004-II, por el delito de robo de infante.
Sin embargo, el hoy indiciado, días después, desenterró al bebé, y lo llevó a un pequeño lago del Ejido de Tirado, le colocó piedras en la bolsa para que no flotara y lo arrojó. El sitio fue ubicado por el Ministerio Público y se trata de un vaso de captación de agua, a un costado del libramiento Juan Manuel Zavala Zavala, en la ciudad de San Miguel de Allende.
Posteriormente, el 4 de febrero de 2005, nació una niña, la que cuenta actualmente con 7 años de edad, cuando la pequeña tenía tres años, la pareja cambió de domicilio, para radicar en Dolores Hidalgo.
En el mes de noviembre de 2006, la pareja tuvo su cuarto bebé, que fue niña, y de la misma forma que a los bebés anteriores el hoy detenido, la privo de la vida, cuando contaba con cuatro meses de edad, aproximadamente, la colocó en el interior de una maleta negra y se dirigió a San Miguel de Allende.
Al transitar cerca del Hospital Santa Fe, Enrique Álvarez arrojó a un arroyo que se localiza cerca de dicho nosocomio, el cuerpo de la recién nacida, y más tarde, en el Malanquin, tiró la maleta.
En esa fecha, la Procuraduría General de Justicia del Estado con sede en San Miguel de Allende, inició la averiguación previa 1881/2006, con fecha 27 de julio de 2006, por el hallazgo de un bebé sin vida dentro de una caja en un arroyo ubicado en la parte posterior de la Central Camionera, cercano al punto en donde Enrique arrojó el cuerpo de la menor.
El bebé presentaba síndrome de down y la causa referida por los médicos legistas como causa de muerte fue asfixia por confinamiento.
En el 2007 su pareja volvió a quedar embarazada y el bebé nació en Dolores Hidalgo, el pequeño sin vida estaba acostado junto a Enrique y envuelto en cobijas, presentaba varios moretones en todo su cuerpo, Enrique hizo un cajón con madera, el cual engraso y posteriormente vertió yeso, luego ingreso el cadáver y relleno con más yeso, una vez que seco lo lleva a un baldío en el Fraccionamiento Guanajuato, este bebé contaba con cuatro meses aproximadamente al momento del fallecimiento.
Elementos Ministeriales acudieron al lote baldío logrando la localización de un bloque de yeso de aproximadamente 80cm por 35cm de área con un grosor de 20cm aproximados, mismo que fue analizado por personal de Servicios Periciales mediante una tomografía y refieren que efectivamente se aprecian indicios de un cuerpo en el interior del bloque.
Álvarez Soto manifestó que su esposa salía a trabajar y él se quedaba al cuidado de sus menores hijos.
Con apoyo de la Policía Ministerial y peritos, la Procuraduría de Justicia inició averiguación previa por la muerte de los menores, encontrando datos de prueba suficientes para establecer la existencia del hecho que la Ley señala como delito de homicidio en razón de parentesco.
Por lo que puso a disposición del Juzgado a Enrique Álvarez Soto y las investigaciones continúan por porte de le Dependencia encargada de procurar justicia.
