Candil de la Calle

El flaco favor

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(Foto: Especial)
(Foto: Especial)

Si un día las autoridades emanadas del PAN en este estado, encarnadas en la persona del gobernador Miguel Márquez Márquez, quisieron tender la mano y ayudar en algo —lo mínimo o lo mucho— a la familia Luna Núñez cuando su hija menor de edad les fue literalmente arrebatada para entregarla a una mujer residente en Texas, las candidatas emanadas del PAN y la dirigencia del PAN le hicieron el flaco favor.

Qué demagogia, qué acto de populismo desmedido armaron las candidatas del PAN en Guanajuato capital en su caravana proselitista con la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota el sábado 18 de abril.

Esta menor adolescente había regresado a su casa el martes 14 de abril, gracias no a los oficios de autoridad alguna, sino al acuerdo explícito entre ella y la mujer que alegaba ser su madre y comprobó científicamente su equivocación, tras un procedimiento jurídico internacional que de legal pasó a ser completamente irregular y en el que diversas autoridades cometieron errores garrafales que han marcado las vidas de esta menor y su familia.

Pero ahí no ha acabado todo.

El martes 14 de abril, en el Aeropuerto de Guanajuato y acompañados del gobernador Miguel Márquez —quien no cabía en sí—, todo era sonrisas, nervios. Los padres de la adolescente agradecieron la difusión de la forma en que fue sacada del país, la reacción del gobierno estatal… pero pedían paz, tranquilidad, privacidad.

No contaban con que en tiempos electorales, partidos y candidatos nos muestran con frecuencia el peor lado de sí mismos, junto con esa otra máscara de “sensibilidad social”, honestidad, amor por la patria, etcétera.

Así, al peor estilo de las peores prácticas aprendidas en los peores años de la demagogia y el populismo del PRI, el PAN también sabe cómo hacerlo.

La menor apareció al frente, de la mano, escoltada por las candidatas a la alcaldía, la ex diputada local y federal Ruth Lugo y a la diputación federal, la ex magistrada y ex presidenta del Supremo Tribunal Raquel Barajas; junto a Josefina Vázquez Mota, marchando en el acto proselitista.

Llevada por su padre o no. Con plena conciencia de su padre o no. Sin otra intención que la de agradecer un supuesto apoyo de la candidata panista a la alcaldía o no. Han sido estos, argumentos esgrimidos en los días posteriores por el padre que no cuestiono ni cuestionaré, porque corresponden a decisiones del ámbito personal y familiar cuya valoración es ajena.

Pero ¡vaya con la demagogia y el populismo con el que, conscientes, de manera intencionada, estratégica, mercadológicamente, candidatas y partido hicieron uso, llevaron al escarnio, expusieron y vulneraron a esta menor y a su familia!

Y lo siguen haciendo, a través de emisarios de la dirigencia estatal que, en una incursión todavía más atroz y atrevida, pretenden interferir en asuntos de la familia y manipular a sus integrantes en aras de limpiar la imagen de las candidatas y del partido.

(Tarea por demás imposible, por cierto).

Deleznable a todas luces.

El PAN le echó a perder al gobernador Márquez la buena obra del día.

Lanzó por la borda la imagen de ese acompañamiento públicamente desinteresado, afanoso, preocupado que había mostrado al intervenir por la familia. Y ha contribuido todavía más a empeorar la delicada situación familiar.

No es gratuito que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos haya tenido que emitir un pronunciamiento pidiendo a todo mundo  que se deje a esta menor en paz.

¿Se necesitará bloquear la caseta para que el gobernador ponga un ‘estate quieto’ a quien lo deba poner?

Que el PAN ya los deje en paz, ¿no?