Guanajuato, Gto. 20 de octubre de 2015.- Para comenzar con los festejos del XXX aniversario del Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato (BAFUG), la consolidada agrupación dancística se presentó en la Explanada de la Alhóndiga de Granaditas, en el marco de la 43 edición del Festival Internacional Cervantino (FIC).
El recinto lució lleno en su totalidad de espectadores dispuestos a disfrutar de la música, el baile, la indumentaria colorida y el júbilo que causan las danzas mexicanas, que en esta ocasión dotaron al público de un espectáculo visual único, al realizar un recorrido por diversos estilos dancísticos de nuestro país, informa la institución universitaria mediante un comunicado.
Bajo la dirección del maestro Roberto Martínez Rocha —quien desde hace 18 años lleva la batuta de la agrupación—, el BAFUG cautivó a los asistentes con una programación denominada “Guanajuato, tierra y tradición”.
En perfecta sincronía, los bailarines salieron al escenario para comenzar con un evento multidisciplinario en el que se efectuó una genuina representación de las distintas manifestaciones del folklor nacional.
Mediante una amplia gama de coreografías, el Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato bailó por casi dos horas, una variedad de compases como jarabes, sones, huapangos, polkas, redovas, entre otros. Con espléndidos movimientos, zapateados, saltos, así como expresiones de fiesta y gozo, los integrantes del BAFUG lograron contagiar al público de ritmo y alegría.
La velada dancística se convirtió en un viaje que trasladó a los espectadores por los estados de Tabasco, Tamaulipas, Nuevo León, Jalisco y Guanajuato, por mencionar algunos.
Además, dicho viaje estuvo amenizado por música en vivo interpretada por los grupos: “Don Ángel y los campesinos de la sierra de Xichú”, “Coral Norteño” de Guanajuato, “Sonarte” de Aguascalientes y Primo Lara como flautista. De igual forma acompañaron al ballet, la Estudiantina y el Coro de la Universidad de Guanajuato.
Cabe destacar que el BAFUG se fundó entre noviembre de 1985 y abril de 1986 con el propósito de rescatar y conservar el proceso etnodancístico y musical del país. Bajo la visión de su director, el ballet concibe los bailes regionales con relación a la identidad, las costumbres y las formas de vida de las distintas culturas del país, convirtiéndose así en uno de los grupos más representativos de la riqueza cultural de la comunidad universitaria.
