“No he fracasado. He encontrado
10 mil formas que no funcionan”.
Thomas A. Edison, empresario e inventor estadounidense (1847-1931)
En varias ocasiones he mencionado que un factor importante para desarrollar la creatividad es el incremento de las experiencias, diversificarlas y buscarlas. La experiencia es la adquisición de un conocimiento a través de presenciar y sentir, también es la habilidad adquirida a través de la práctica sistemática. Hemos visto también que los bloqueadores de la creatividad son de diversas índoles, estos nos limitan la intención de la búsqueda de experiencias, ya que mantenerse en lo conocido ofrece seguridad.
Abrirse a experiencias puede representar un salto al vacío y asumir el riesgo, sumergirse en el conocimiento de algo nuevo algunas veces provoca miedo ante lo desconocido, que en beneficio de la creatividad habrá que enfrentar. Una característica de gente creativa es que estos miedos los convierten en oportunidades y les representa un reto. Lo cierto es que la vida nos ofrece posibilidades de constante aprendizaje y es nuestra labor aquilatarlo e integrarlo a nuestra forma de enfrentar la vida, creando una nueva manera de vivir.
Las experiencias nos dejan información emocional e intelectual que condiciona cómo viviremos experiencias futuras. Por ejemplo, alguna vez te habrás cortado con algo, entonces se aprende que es conveniente tener cuidado con ciertos objetos con los que podríamos dañarnos, que son objetos que sirven para cortar, que tienen filo y que su función puede ser positiva o negativa.
Una buena experiencia puede fortalecer la autoestima y ser un motivador para continuar buscando otras experiencias, por ejemplo obtener combinaciones de colores de manera experimental, reproducir las combinaciones hasta que se convierta en una habilidad y poder compartir lo aprendido, así se gana confianza, la cual puede permitir vivir otras experiencias. Lo importante es que al diversificarlas tenemos la oportunidad de abarcar diversas áreas del conocimiento y ampliar las áreas en que se adquiere confianza.
Buscar la diversidad de experiencias nos invita a alejarnos de la zona de confort, por ejemplo, si las matemáticas se te facilitan, habría que intentar alguna actividad artística. O bien, sabes que eres bueno escribiendo ¿qué tal incursionar en algún deporte. Quizás la sopa de fideos es tu favorita, habrá que probar una de otro estado o país. Las posibilidades de hacer crecer tu mundo son muchas, busca las tuyas. Rompe esquemas e investiga si tus actuales gustos, habilidades y conocimientos no son parte de límites impuestos por otros, aceptados por ti y que no te atreves a romper.
Desarrollar la creatividad es incrementar confianza y autoestima, es romper tus esquemas, así como reconocer que a veces la experiencia puede ser negativa y que aún así, hay ganancia positiva. Busca y experimenta poco a poco, cada día incorpora una nueva experiencia buscando que el mundo entero sea tu gran zona de creatividad.
