Guanajuato, Gto. 04 de octubre de 2015.- Al menos un 10 por ciento de las autoridades electas se han acercado a la Secretaría de Gobierno para solicitar que haya garantías y facilidades en el cambio de gobierno, a menos de una semana que se realice la transición de gobiernos municipales, informó Salvador García López, titular de la dependencia.
“Por ahí ha habido algunas inquietudes con los alcaldes entrantes y salientes, hemos hablado con ellos para que se pongan de acuerdo, porque el trienio está por terminar el día 10 y una transición en paz es muy importante”, señaló.
García López dijo que los nuevos ayuntamientos van a tener tiempo para revisar las cuentas y los bienes materiales que deben quedar asentados en la entrega y que no haya sorpresas posteriores.
Asimismo reconoció que hay algunas diferencias entre las autoridades que llegan y las que se van, y lo que quiere la administración estatal es que se pongan de acuerdo, porque el cambio es una continuidad.
En este sentido reiteró: “El que se va, probablemente tenga que regresar porque tendrá que hacer aclaraciones a sus cuentas y va a necesitar del que se quede, entonces necesita haber un entendimiento, que haya plena coordinación entre el que se va y el que se queda”.
El secretario precisó que los alcaldes que llegan deberán revisar muy bien su entrega-recepción, con apoyo de personal de la Secretaría de la Transparencia y Rendición de Cuentas y si así lo piden y se autoriza, también habrá personal del Órgano de Fiscalización Superior.
Por lo mismo, comentó, tendrán su tiempo las nuevas autoridades municipales para hacer la revisión de lo que reciben como lo marca la ley; podrán revisar todas las cuentas, la situación del estado que guarda la administración pública a la hora de la entrega-recepción y si hay inconformidades el día de mañana tendrán que hacerlas valer, también dentro del término, añadió.
Finalmente aclaró que ese es uno de los aspectos más importantes del cambio de gestión, que cualquier aclaración la hagan dentro de los términos que la ley establece, “que no se las guarden, porque muchos alcaldes piensan que al rato les va a servir para poner en paz al que se va y no, si hay irregularidades tendrán que hacerlas y darlas a conocer para que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y se aclaren las cuentas”.
