El Día de la Bandera se conmemoró el día de ayer 24 de febrero y la Alhóndiga de Granaditas fue sede de la celebración del lábaro patrio.
En lo personal, no había tenido la oportunidad, en mis años de escuela, de acudir a eventos como el que se celebró en la explanada de la Alhóndiga, para conmemorar a la bandera tricolor.
Fue una experiencia gratificante, desde el ver izar la bandera y escuchar a la banda de guerra del Ejército Mexicano tocar el Himno Nacional, son momentos que pocas veces se viven, como este año.
Si acaso son pocos los momentos en los que nos sentimos “orgullos por ser mexicanos”, para mí está fue una ocasión para expresarlo en un “grito de guerra”.
Los guanajuatenses tenemos una manera única de celebrar este día tan significativo para la nación.
Diversas escuelas acompañaron a la bandera oficial con sus escoltas, mostrando su bandera en homenaje a su día.
Los niños, niñas y adolescentes se vieron sorprendidos y contentos con los acontecimientos que iban realizando.
Las reacciones que más se hicieron notar de todos los presentes fue cuando, los soldados del Ejército tomaron las banderas de 6 escuelas primarias y jardín de niños, para incinerarlas con respeto por haber concluido con su función.
Los soldados colocaron los símbolos patrios en una caja significativa en donde al dar la orden, humo de color verde, blanco y rojo, pintó el lugar llevando acabo la incineración.
Posterior al acto, funcionarios públicos y el alcalde capitalino, tomaron protesta para entregar a las escuelas la nueva bandera.
Finalmente y lo que más sorprendió en el evento, fue cuando al final de conmemoración a la Bandera Nacional Mexicana, lanzaron ‘confeti’ de los tres colores representativos de México, dejando a la Alhóndiga de Granaditas ‘teñida’ del tricolor.
Sin duda alguna fue una experiencia única, experiencia que nos hace valorar nuestra libertad, principalmente valorar lo que nuestros antepasados hicieron en combate para hoy ser Estados Unidos Mexicanos.
