Las calles de Guanajuato siempre tienen sorpresas de las cuales no sabemos con qué nos vamos a maravillar.
Al ir caminando por la ciudad, es bueno estar al pendiente de nuestro entorno, porque de esa manera, podemos descubrir nuevas cosas que nos puedan hacer el día.
Yendo por la calle Manuel Doblado, me encontré con el señor Felipe, él es originario de Texas y todos los días se sienta por el lugar para alimentar a las palomas.
Al disfrutar de la experiencia de alimentar a las palomas con el señor Felipe, me contó que tiene más de 13 años en la capital y disfruta mucho sus atractivos coloniales.
Además, como hobbie, desde hace 6 meses comenzó a ir a las bancas cercanas al Museo Iconográfico del Quijote con las palomas y alimentarlas con galletas saladas.
“No fue sencillo, primero tuve que acostumbrar a la líder, que es la paloma café y así, tuve que ir esperando a que las demás se acostumbraran a la situación y a mí”, agregó.
La actividad que realiza todos los días, lo hace con gran entusiasmo y alegría, pues le gusta ver a las palomas comer y posarse en sus piernas y manos.
“Si el espacio está ocupado, me voy a otro espacio porque no me gusta incomodar a las personas, ya que a veces, no es del agrado de muchos estar rodeado de aves” explicó Felipe.
Finalmente, los invito a que, como yo, observen lo que la ciudad tiene para ofrecernos, ya que además de los museos, túneles, callejones y calles coloniales que nos rodean diariamente, a la vuelta de la esquina siempre podemos encontrarnos con momentos únicos, que pueden ser irrepetibles
