El día del amor y la amistad se ha convertido en una cursi tradición guanajuatense, que pone a todos los corazones enamorados a volar y perderse en frases de amor.
Podemos ver a todos los guanajuatenses entusiasmados y felices, esperando el día en que Cupido llegue, compren un regalo y salgan a celebrar con el “amor de su vida”.
Pero, y los 364 días restantes que no son día de San Valentín. ¿Qué hacemos? ¿Cómo nos comportamos?
Nos hemos dejado llevar por la mercadotecnia
del día del amor y la amistad, y por ello, no hacemos una reflexión de lo que ese día significa realmente.
La historia cuenta que había un monje cristiano en Roma con el nombre de Valentín, el casaba a los jóvenes soldados, bajo la creencia cristiana, a pesar de estar prohibido por el emperador romano Claudio II ya que tenía la idea de4 que un soldado joven y soltero rendía mejor que uno casado.
El emperador al enterarse de estas acciones, mandó llamar al monje, el cual por sus actividades fue sacrificado, un 14 de febrero.
Actualmente los restos del monje Valentín se encuentran en Italia en la basílica principal de la ciudad de Terni.
Con esta historia, reflexionó sobre lo que significa, en la actualidad, esta fecha celebre y conocida, no solo por los guanajuatenses, sino a nivel internacional.
Ahora las personas consideran un “acto de amor” el regalar un peluche gigante o globos de helio, pero quizá deberíamos considerar otro tipo de tradiciones para este día especial.
El monje Valentín con sus acciones quería dejar un mensaje muy claro para todos: que el amor no tiene prohibiciones y es para todos, que se debe disfrutar de él en cualquier momento y lugar.
Por ello, los invito a valorar, no solo el día 14 de febrero como el único día para demostrar el cariño a las personas que queremos, sino a vivir y demostrar esos sentimientos diariamente.
Como diría Alejandro Fernández “sin ser un día especial llévale flores”. No hay que dejarnos envolver por el marketing de la fecha, saquemos al cursi que llevamos dentro cada que se quiera y no lo repriman.
El 14 de febrero es solo una fecha, pero vivimos 364 días más para demostrar el amor por esas personas especiales
