Candil de la Calle

El meteorólogo de Guanajuato

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Jacinto Jaramillo baticinó la llegada de un nuevo frente frío (Foto: Archivo)
El meteorólogo Jacinto Jaramillo  (Foto: Archivo)

Un frente frío nos tocó de manera algo más que ligera y debimos abrigarnos muy bien cuando cayó la noticia de que para Jacinto Jaramillo, encargado del Observatorio Meteorológico de la Universidad de Guanajuato y Comisión Nacional del Agua, ha llegado el momento de jubilarse.

A Jacinto nos lo apropiamos los medios como las cabañuelas de cada enero, y él se convirtió en una interacción de sistemas que nos enseñó, a medios y reporteros, a escuchar, entender y dar valor noticioso al pronóstico del tiempo desde la capital del estado.

Una llamada al número conocido, a veces una visita para ampliar explicaciones acerca de algún fenómeno en particular, y salimos entendiendo (o un poco más cerca de hacerlo) sobre los valores máximos y mínimos de la temperatura.

Tratamos de retratar para los guanajuatenses, a través de las ondas tropicales de Jaramillo (siempre dispuesto y animoso para proporcionar los insumos) por qué es importante saber cuál es la media de precipitaciones pluviales en el estado y la región, a la que algún día sin darnos cuenta dejamos de llamarle el promedio de lluvias.

Compartiendo alguna carne asada con el gremio, Jacinto ha cultivado amistades en estos lares con la misma facilidad con que interpreta a través de sus instrumentos los datos de los sistemas que vienen del Pacífico, que son los mejores porque traen las más abundantes lluvias.

Bajo su guía, hemos construido la información que a los habitantes del estado le advierten de los vientos de moderados a fuertes; de la llegada de los huracanes, los ciclones, las tormentas tropicales, las masas de aire frío y los sistemas frontales.

Sabemos por qué es necesario saber los altibajos de los niveles de las presas y cómo advertir cuando tocan topes peligrosos, en una ciudad que ya ha sufrido la escasez y la emergencia de una sequía.

Nos hemos sorprendido y maravillado con las dos nevadas que en su tiempo le ha tocado a Jaramillo interpretarnos.

El meteorólogo de Guanajuato queda registrado en cientos de notas, entrevistas, comentarios radiofónicos, fotografías, artículos.

Forma parte de un amplio anecdotario sazonado con las novatadas y erratas propias de aquéllos que fueron iniciados en “la fuente” del Observatorio Meteorológico.

Deja tras de sí las corrientes en chorro abundantes en gratitud de gremio periodístico y medios, en cuyos espacios hizo del pronóstico del tiempo una noticia y con cuyos integrantes alcanzó niveles de amistad perdurables.