Histomagia

Mirándola dormir…

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Para estas fechas en Guanajuato, la población móvil de estudiantes inicia el éxodo a sus ciudades de origen, en busca del refugio que sus almas solitarias requieren del fuego del hogar y de las cálidas bienvenidas de sus seres queridos vivos y muertos. Estas últimas semanas una alumna me preguntaba con insistencia cómo es posible que las almas en pena se manifiesten de manera corpórea, como sombras, como fantasmas, como humanoides, y me decía que quería contarme una experiencia sobrenatural que tuvo, y me pedía, con insistencia, en un afán de lograr comprender lo sucedido, que le explicara eso que le pasó aquélla vez.

24EElla cuenta que hace tiempo fue a visitar a su mamá a casa de una pariente que vive cerca de Marfil. Sus padres están separados, y esa ocasión le tocaba ir unos días con su madre. Todo iba excelentemente bien: llegó a la casa, hubo saludos cordiales, cenaron, y se fueron a dormir a la recámara que su madre ocupaba en aquella vieja casona de altos ventanales y jardines de cactáceas. Por el cansancio acumulado esa semana, ella cayó profundamente dormida, contenta y segura al estar con su mamá. De madrugada, sintió frío, una leve ventisca sacudió las cortinas lo que la hizo despertar y quedar en la oscuridad con los ojos abiertos, sintiendo la respiración de su mamá que dormía a su lado. Reacomodándose en el lecho, de repente sintió que algo o alguien estaba con ellas en el cuarto, había una presencia, estaba segura, sintió miedo, pero como estaba con su mami, no le dio importancia, se sentía más que protegida y se volvió a dormir.

A la mañana siguiente, ella sólo sintió cómo su mamá se levantó de la cama y después, entreabrió los ojos y sólo alcanzó a ver la puerta cerrándose: su mamá se había ido al trabajo. Cerró los ojos y se quedó dormida otra vez. Al instante volvió a vivir la misma sensación que había experimentado en la madrugada: alguien estaba en el cuarto con ella, pero ahora sí escuchaba la respiración, un leve quejido como que ese “algo” esperaba verla con los ojos abiertos. 74730557114124940Y en efecto: al momento que ella los abrió vio cómo un ser-sombra estaba sentado en la silla contigua a la cama, viéndola, mirándola dormir…ella se incorporó de facto y ese ser de oscuridad abrió su enorme boca y gritó de manera terrorífica y abrumadora a los oídos de cualquier mortal. Mi alumna, en el colmo del terror, correspondió con un grito tan fuerte que en verdad ella juraba se escucharía en toda la casona y una persona viva iría a rescatarla. Pero no fue así. Esa sombra terminó el grito y acercó a ella su horrible faz con ojos desorbitados como queriendo absorberle el alma. Ella sólo atinó a cerrar los ojos al ver que ese ser acercaba lentamente su cara hacia ella, con esa mirada oscura, en la nada… no pudo sostener esa energía negativa, al momento abrió los ojos y “eso” ya iba retirándose de manera vaporosa, sombras en revuelo como remolino, dándole la espalda para internarse en el muro de esa antigua recámara. Impávida y transparente por el susto, mi alumna se puso de pie y salió de la recámara oscura a contar lo sucedido. Le dijeron que posiblemente era uno de sus antepasados que quería conocerla, saber de ella. Pero creo que no son modos, me dice, al preguntarme el porqué de estas manifestaciones del alma.

En verdad todavía no atino bien a bien en darle una respuesta. No es normal que algún antepasado se presente en espíritu así,  como sombra. Lo que sí es claro es que los seres de bajo astral o demonios, usan el deseo de las personas vivas por ver una vez más a sus familiares ya fallecidos, entonces se corporizan así, como el ansía y deseo de verlos los dibuja cada uno de nosotros. Espero que cuando yo muera, mi hijo no desee verme que mejor me recuerde como soy en vida. ¿Quieres vivir esta experiencia? Ven, lee y anda Guanajuato.