“Cuando el Nobel se le da a alguien que ya lo tiene todo, me parece superfluo”: Muñoz Molina

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Guanajuato, Gto. 20 de octubre del 2016.- No ha pasado ni una semana y ya se han producido cientos de artículos en revistas y periódicos de todo el mundo en torno a la polémica cultural del momento: sí, estoy hablando de Bob Dylan y su Premio Nobel de Literatura.

Antonio Muñoz Molina en el FIC (Foto Cortesía del Festival Internacional Cervantino)
Antonio Muñoz Molina en el FIC (Foto Cortesía del Festival Internacional Cervantino)

La decisión que la Academia Sueca emitiera el jueves de la semana pasada, ha provocado la indignación de cientos de personas que se rehúsan a aceptar que un Nobel ¡de Literatura! le sea otorgado a un cantautor, bajo argumentos como que no es escritor o que es imposible separar la música de sus letras porque entonces muchos de sus versos se volverían banales; otros tantos, por su parte, celebran este reconocimiento y exaltan la obra de Dylan, definiendo sus canciones como poesía pura y remarcando la capacidad de éstas para movilizar a varias generaciones, abordando temas como la política, la religión y el amor.

Lo cierto es que, después de varios días en que la Academia ha intentado contactarse directamente con Dylan —sin éxito—, el debate continúa. En el marco del Festival Internacional Cervantino, el escritor español Antonio Muñoz Molina (1956), miembro de la Real Academia Española y galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, impartió una conferencia magistral y, posteriormente, fue cuestionado respecto a esta controversia. En su respuesta se percibe una clara inconformidad con la designación de Dylan como ganador; sin embargo, sus argumentos no se enfrascan en un cuestionamiento que intente descifrar si se debe laurear a un cantautor o no, ni tampoco si Dylan ha producido, en efecto, Literatura. Su reflexión gira en torno a los aspectos que, considera, deberían tomarse en cuenta al momento de seleccionar a un ganador:

“Hay escritores muy poco conocidos que han tenido vidas muy difíciles, entonces el Nobel sirve para que se les reconozca, para que su obra sea un poco más conocida y para que tengan una vida más cómoda, que no está mal. Si tú has vivido sometido a una dictadura o en la pobreza la mayor parte de tu vida, que en tus últimos años tengas un dinero para estar tranquilo me parece extraordinario. Cuando el Nobel se le da a alguien que ya lo tiene todo, me parece superfluo. Independientemente de lo bueno que sea. Bob Dylan es un gran autor de canciones, muy bien, ya está súper reconocido, no lo puede estar más. No le hace ninguna falta. ¿Qué le añade el premio Nobel a Bob Dylan? Nada. La literatura es algo que apenas está en los medios, de lo que nadie hace caso, por lo que mucha gente está perseguida. Si tienes la oportunidad de hacer algo de justicia, como dice el Evangelio, le das más al criado que al del trono. Y, fíjate, además, la falta de galantería de este señor que, encima, no aparece. Ahora bien, ha dicho que lo hace porque quiere mantener su pureza, se mantiene escondido porque no quiere saber nada del mundo. El mismo día que le dieron el premio, estaba cantando en Las Vegas. No estaba cantando en algún lugar para los pobres, ¡estaba cantando en un casino de Las Vegas! No tiene que ver la calidad de las canciones de Bob Dylan. Sus canciones son buenas, eso lo sabemos, lo sabe todo el mundo. Quiero que el Nobel me descubra a un gran escritor, a una gran escritora, que ha estado perseguido, a alguien que no conoce nadie, a alguien que no ha leído nadie. Pero, si le dan el Nobel a alguien como Bob Dylan o Philip Roth…”.