Guanajuato, Gto. 07 noviembre de 2016.- Durante los trabajos de la Asamblea General Extraordinaria de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU), que se desarrollaron en la Sede Marfil del Campus Guanajuato de la UG; sindicalizados de todo el país analizaron, con expertos en la materia, la problemática del fondo de pensiones y jubilaciones que, de no atenderse, puede dejar en la indefensión a los universitarios.
En este marco se presentaron dos conferencias magistrales: “Panorama Actual de Pensiones y Jubilaciones Universitarias”, dictada por el Actuario Francisco Miguel Aguirre Farías, Presidente Ejecutivo de Valuaciones Actuariales del Norte S.C. y “Pensiones y Jubilaciones”, impartida por el Lic. Agustín Miguel Alonso Raya, ex-presidente de la Comisión de Seguridad Social de la LIX Legislatura de la Cámara de Diputados.
Ambos expertos coincidieron, por separado, en que los trabajadores sindicalizados de todas las universidades del país deben proponer, mediante estudios especializados, una nueva normativa que rija el manejo de un fondo de pensiones que garantice la seguridad social de los empleados.
GRAVE PROBLEMA SOCIAL
El actuario Aguirre Farías sostuvo que “el problema más grave desde el punto de vista financiero, son las pensiones en México, sin duda, y será el más grave problema social” si no hay una atención inmediata.
Ha habido de todo tipo de reformas, desarticuladas, desordenadas, recordó, pero en su opinión, se debe hacer una “ley marco” nacional que distinga a tres tipos de mexicanos: los que no tienen nada, los del IMSS que se jubilan con apenas el 18 por ciento del salario y los servidores públicos y universitarios.
Opinó que no se puede tratar igual a los desiguales, y en el caso de universitarios, el asunto es acotar en donde se pueden mover los sistemas de pensiones, que considera deben seguir cada uno operando, no un “sistema nacional” de pensiones, sino un modelo nacional a través de una ley marco donde precise cada caso y las aportaciones que se deben dar, para no afectar al trabajador ni tampoco desbancar al Estado.
“Si seguimos como estamos, dando palos de ciego seguirá el mismo esquema de inequidad”, afirmó, al tiempo de insistir en la necesidad de una ley marco para universidades, para lo cual recomendó a líderes sindicales y rectores, comenzar a platicar en ese sentido, porque las universidades han sido ejemplo nacional e iniciaron sus cambios a las leyes de pensiones antes que cualquier otra institución; de manera que se garantice la sustentabilidad financiera, la certeza jurídica, la transparencia y sobre todo, el sentido humano de las prestaciones.
COMPROMISO Y RESPONSABILIDAD
Por su parte, el Lic. Agustín Miguel Alonso Raya, Ex-presidente de la Comisión de Seguridad Social de la LIX Legislatura de la Cámara de Diputados, agradeció a la CONTU la oportunidad de reflexionar sobre un problema estructural grave que tiene el país, no solamente en el caso de las universidades y que se viene arrastrando desde las reformas del 95 y 97 para los trabajadores del sector privado afiliados al IMSS y del ISSSTE respectivamente.
Recordó que se habla de un sistema de ahorro, no de pensiones dignas, “y quien ha salido mejor beneficiado ha sido el gobierno”, sostuvo, pues tiene de esas cuentas la mitad del ahorro de los trabajadores y lo tiene “gastado”, “invertido”, y se va aportando en la medida que se necesita; pero la pregunta es cómo se garantiza la entrega puntual y justa.
En ese sentido estimó que se debe atender cuanto antes este problema, establecer sanciones claras y poner cotos a las afores; además de crear cuanto antes un grupo de expertos, ya no para entregar un producto a este gobierno, sino al del 2018 para que reciba una serie de orientaciones sobre el sistema de pensiones.
Incluso, aventuró, analizar si se requiere una nueva secretaría o una ley nueva, un tratamiento para el sector privado o público, pero que todo ello salga de un estudio responsable y serio de gente preparada como la que tiene cada universidad y no de una ocurrencia gubernamental sino de expertos que lleven el compromiso de los estudios actuariales, corridas financieras, pero también a discutir, con compromiso, seriedad y responsabilidad social de cómo transformar, estructuralmente, y resolver de fondo el problema.
