“Todo ser humano es un artista,
un ser libre, llamado a participar en la transformación
y la reorganización de las condiciones, el pensamiento
y las estructuras que dan forma e informan nuestras vidas”
Joseph Beuys
San Miguel de Allende, Gto. 01 junio de 2017.- “Creo que el arte es poderoso porque puede generar una transformación profunda en las personas a través de espacios poéticos que ponen en suspenso al espectador y, además, permite abrir una grieta en donde suceden cosas: desde la maravilla, la sorpresa, el suspiro e incluso la incomodidad…”.
De esa manera, es como Iván Puig describe la potencialidad del arte y las formas en las que éste se puede convertir en una plataforma de reflexión y pensamiento crítico. Puig es un artista multidisciplinario que toma al arte como un laboratorio de creación e imaginación en el que se puede desenvolver con libertad, abordando distintas técnicas y áreas del conocimiento.
Iván Puig es egresado de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad de Guanajuato (UG) y a la fecha, es uno de los artistas con mayor proyección nacional e internacional. Su trabajo no se apega a ningún régimen o dogma, al contrario, está abierto a la posibilidad de crear a partir de la instalación, la fotografía, la escultura, el dibujo, etc.
En un taller ubicado en San Miguel de Allende que comparte con Gilberto Esparza -artista que también es egresado de la UG-, es donde Puig comienza a planear y darle vida a sus proyectos. Dicho espacio, bien podría funcionar como un taller de herrería, una carpintería o un laboratorio de química y biología, puesto que sus obras parten de una investigación profunda de diversos sucesos sociales, que explora y proyecta involucrando la ciencia y la tecnología.
El neoliberalismo, la corrupción, el abuso de poder y la inequidad social, son algunos de los temas con los que Iván Puig trabaja realizando una crítica mediante sus manifestaciones artísticas. Ejemplo de lo anterior, es el proyecto denominado “SEFT-1 (Sonda de Exploración Ferroviaria Tripulada)” que realizó junto con su hermano Andrés Padilla Domene.
“SEFT-1” es definido como un “proyecto que propone la exploración de vías de ferrocarril en desuso como punto de partida para la reflexión y la investigación en torno al proyecto moderno y la idea de progreso; su importancia histórica, sus implicaciones sociales, circunstancias y contextos actuales. Aborda dos polos de la experiencia social de la tecnología: la utilidad y el desecho”.
Iván Puig comentó que la idea se originó a partir de una especie de indignación por no tener un tren para viajar en México. Sin embargo, con el tiempo el proyecto fue creciendo y extendiendo sus alcances y “eso que comenzó como indignación y nostalgia, se convirtió en una investigación mucho más profunda que tenía que ver con la modernidad, el progreso, y la bipolaridad del uso y el desecho de la tecnología”, dijo el artista.
Con “SEFT-1” exploraron las vías ferroviarias de diversos estados como Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, por mencionar algunos. El imaginario de los artistas los llevó a construir una nave espacial con la que comenzaron las exploraciones en el año 2010, desde entonces hasta la actualidad este proyecto ha seguido creciendo y los ha llevado a investigar sobre los trenes en otros países como Ecuador, Inglaterra y Estados Unidos. Todos los resultados de la exploración, así como el material visual se puede consultar en: http://www.seft1.net/
Uno de los proyectos con los que Iván Puig trabaja recientemente se llama “FóSe (Fórmula Secreta)”, el cual es una investigación sobre el triángulo de relaciones que se establece entre neoliberalismo-energía-cuerpos. El proyecto incluye varias piezas y acciones entre las cuales está la de realizar una destilación de un refresco de cola en algún sitio público -como mercados o plazas- “Lo que hago es un acto de alquimia, de descolonización del agua”. Otra acción, consistió en hacerle llegar a los diputados, en conjunto con la Organización No Gubernamental (ONG) “Alianza por la Salud Alimentaria”, unas cajitas que contienen muestras de agua descolonizada y la melcocha restante junto con informaciones relativas a los impactos en la salud.
El proyecto sigue en marcha mediante el apoyo del Sistema Nacional de Creadores e Iván continúa investigando y proponiendo al respecto a través de dibujos, vídeos, fotos, esculturas, destilación y colorimetrías.
“SEFT-1” y “Fórmula Secreta”, son sólo algunos de los ejemplos que demuestran que Iván Puig es un artista comprometido y preocupado por su entorno, que se detiene para visibilizar y enfrentar situaciones que colaboran a un deterioro y un atraso en la comunidad. Y que, utiliza al arte como una herramienta de transformación social.
El creador dijo que el arte es también un “pretexto para seguir jugando”, para sentirse libre en medio de un sistema cada vez más acotado y en el que nos esclavizamos voluntariamente.
Para finalizar, dijo que su paso por la Universidad de Guanajuato le ayudó a encontrar la disciplina, el estudio de diversas técnicas artísticas, así como la posibilidad de realizar intercambios académicos en otros países – en su caso a España y Canadá-, lo que le permitió abrir horizontes. Además, en la UG pudo formar relaciones humanas entrañables, como la amistad con los egresados y también artistas, Marcela Armas y Gilberto Esparza, con los que forma parte del colectivo “TRiodO”.
Cabe destacar, que Iván Puig, ha recibido el apoyo y reconocimiento de distintas instituciones como la CIFO, FONCA, CMM, CENART e IMCINE entre otras. Su trabajo se ha mostrado de manera nacional e internacional en museos, galerías y ferias de arte. La línea que conecta su diverso trabajo artístico es la perspectiva crítica y el humor presentes en sus variadas aproximaciones a lo social.
