Guanajuato, Gto 21 de septiembre de 2017. El adelanto que solicitó el municipio de Guanajuato al estado, por 60 millones para el pago de la deuda con el SAT por la deuda del ISR, es transparente aseguró el alcalde Edgar Castro Cerrillo.
Lo anterior al ser cuestionado sobre las inconsistencias que ha mostrado tener la tesorería municipal en cuanto a la información dada al Ayuntamiento, pues han sido varias las ocasiones en las que la tesorera Irma Mandujano García ha presentado diferentes cifras del adelanto que recibirán, a lo que incluso dijo en su momento que no se cobrarían intereses y posteriormente indicó que sí.
Al respecto Castro solo dijo que el documento que se firmó con el estado acató las especificaciones de la ley de deuda pública para tener el adelanto de participaciones, por lo cual ni el gobierno municipal o estatal están escondiendo los procedimientos, pues dijo ‘son muy claros en la ley’.
Se le preguntó si el trabajo de la tesorera Irma Mandujano, quien entró después de que Juan García Salinas renunciara en febrero, es efectivo pues no es la primera vez en la que se ha cuestionado su trabajo, por parte de los ediles, debido a la falta de información o inconsistencias en la misma, a lo que respondió que no puede señalar si ha fallado o no, pues al menos en lo que corresponde a la firma del convenio mencionado subrayó que el procedimiento se ha acatado bajo la ley de deuda pública, y si se habla de un porcentaje de interés por el adelanto de participaciones.
En la pasada sesión de la Comisión de Hacienda y Cuenta pública, la tesorera Irma Mandujano solicitó la autorización para transferir un millón de pesos, esto para pagar intereses generados por las deudas que el municipio tiene con tres instituciones bancarias, pues explicó que no se contempló que la taza de intereses iría a la alza.
Sin embargo, se generó duda entre los integrantes de la comisión porque después se habló que el dinero era por el pago de intereses pero por el adelanto de participaciones con el estado de 60 millones de pesos, situación que se había asegurado que no existía dicho concepto, a los que la tesorera respondió que había sido un error en oficio y que no había tales intereses y que el recurso era para las instituciones bancarias.
Las dudas fueron tantas, que la comisión de Hacienda acordó no aprobar la transferencia hasta tener los detalles de en qué se usaría el recurso que, además, se obtendría de remanentes.
