Dos mil diecisiete quedará registrado como un año especial no solo por las coincidencias, sino más aun por las rememoraciones. Por supuesto el 19 de septiembre con la repetición de un sismo ocurrido hace 32 años es lo que más ha ocupado nuestras mentes; pero ello no opaca el centenario de la constitución de 1917, que aun con sus centenas de modificaciones, continua siendo vigente.
Sin embargo justo hace 150 años, ocurrieron una serie de hechos que llevaron a la consolidación de república, la recuperación de la vigencia de la constitución de 1857 y por supuesto el fin del cortísimo segundo imperio mexicano. Ahora que están tan de moda las remembranzas de hechos militares de defensa a la nación, todos deberían tener en mente a dos generales que se afanaron para que esto ocurriera, me refiero a Mariano Escobedo y por supuesto Porfirio Díaz, el otro oaxaqueño que también cumplió años.
Luego de una fascinante historia de «ires y venires» por toda la república, Benito Juárez recupera la territorialidad de la ciudad de México, luego de que su ejército acorrala a Maximiliano en Querétaro, en medio del abandono de los europeos que inicialmente vieron con buenos ojos la investidura del archiduque de Austria ¿Por qué los franceses –específicamente Napoleón III- le abandonaron y retiraron sus tropas? ¿Qué factores influyeron para que, ingleses, franceses y el propio hermano de Maximiliano, lucharan por la repatriación y el respeto de su vida?
Hay circunstancias que solo los eruditos del siglo XIX tiene siempre presente, como que Benito Juárez García fue el primer presidente indígena, como lo reconoció la república Dominicana en mayo de 1867 al proclamarlo el benemérito de la Américas. Esto vino a mi mente el pasado fin de semana cuando una indígena zapoteca, a la cual le dimos alguna ayuda por que su pareja tocaba el acordeón para amenizar los alimentos de comensales en un mercado, nos dijo que “pedía porque no sabía trabajar” ¿Cómo es que los oaxaqueños, reconocidos mundialmente como las personas con un índice superior desde la infancia –sobre todo en lo que a música concierne- a 150 años de haber tenido un presidente se han resignado al papel de pedigüeños como única forma de sobrevivencia?
Y regresando a las coincidencias en abril de ese año, graniza[1] “fuera de temporada” y un huracán prácticamente destruye las aduanas de Matamoros –el puerto de Bagad en Tamaulipas- casi arrasó con la ciudad de Brownsville en Texas: éxodo, decadencia de la actividad comercial y por supuesto migración al país del norte estuvieron presentes, ya que Benito Juárez había regresado a la ciudad de México.
Esto último ocurrió justo en el mes de octubre, Maximiliano ya había sido juzgado, a la par de los generales de su ejército -Miramón y Mejía- y los norteamericanos que inicialmente abogaban por respetar la vida de emperador fugaz, seguían con el devenir de su vida política luego del triunfo sobre los sureños secesionistas y la muerte de Lincon. El tema de las lealtades es quizá pertinente en la remembranza de lo ocurrido hace 150 años, en abril y respondiendo al ruego de Napoleón III, Victoria I y Francisco José, Lewis Campbell embajador de los vecinos del norte que apenas 12 años antes se habían anexado buena parte de nuestro territorio, pedía al gobierno mexicano que se le diera al emperador, en caso de ser capturado lo mismo que a sus generales, “un trato humano”[2] se podría aplicar a éste tema lo del “burro hablando de orejas”, sobre todo por el trato que han dado a prisioneros de muchos de los países con los cuales han tenido guerras.
Y Abundando en el tema de las lealtades, Juárez lo fue con quienes le siguieron por toda la república y supo honrar a sus amigos, uno de ellos Julio María Cervantes, quien con grado de coronel, se la jugó en el extremo sur de Querétaro a las órdenes de Mariano Escobedo. ¿Quién recordó a este ilustre mexicano[3], en el mes de octubre que está concluyendo a 108 años de su muerte?
Hay datos importantes de resaltar, como el que es Porfirio Díaz, quien primero entra a la ciudad de México, para preparar el arribo, en Julio de ese año, del presidente Juárez. Es también importante señalar, que este hombre de apenas 1.55 mt. amaba a su familia a la cual se dedicó y respecto de la cual sufrió la muerte por condiciones de pobreza de dos de sus hijos[4]-
También es menester insistir en que hace 150 años un mes de julio , no solo se restauró la república, sino la vigencia de la constitución de 1857 y la operatividad de la Suprema Corte de Justicia, con Sebastián Lerdo de Tejada a la cabeza. De inmediato en 1867 se expide la ley orgánica de instrucción pública en la cual es necesario resaltar, la enseñanza secundaria para mujeres y la creación de la Escuela Nacional Preparatoria.
Estando en Monterrey Benito Juárez el 1 de marzo de 1864, respondió a una carta de Maximiliano quien le invitaba a sumarse a su causa:
Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes, atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes un crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera del alcance de la perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará.
Eso fue demostrado hace 150 años ¿Quién lo ha honrado?
[1] Ocurrió en Oaxaca, y causo pérdidas de ganado y siembras.
[2] ¿Cómo puede dársele el trato de simples prisioneros de guerra a quienes atentaron contra la independencia nacional? Benito Juárez
[3] Fue gobernador de Querétaro, de Coahuila, jefe de 7 zonas militares, senador de la república y jefe de justicia militar
[4] Dos de sus hijos murieron durante el exilio de su familia en New York y de sus primeros tareas una vez recuperada la institucionalidad fue traerlos (estos en féretros), junto con el resto de su núcleo familiar, los cuales arribaron al puerto de Veracruz.
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En el marco del 150 aniversario de la Escuela Nacional preparatoria, ex-alumnos de la Numero UNO de las generaciones 49 a 64, te invitamos a conversar, de tus experiencias los días miércoles y jueves 8 y 9 de noviembre.
Si deseas más datos por favor envía tu interés (nombre y generación nos ayuda mucho) a presidencia@cocuac.org.mx