Arrullos y leche (La Cincuate)

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La Cincuate (Pituophis deppei), Familia Colubridae, es una serpiente que impresiona por su tamaño, aunque no es venenosa. Llega a medir más de metro y medio y es endémica de México. La encontramos en los estados de Chihuahua, Michoacán, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Veracruz e Hidalgo, entre otros. Esta particular especie se ha adaptado a diversos hábitats, así que podemos verla en bosques de pino o roble, en zonas intermedias entre árboles caducifolios y coníferas, en pastizales, praderas, lugares deshabitados o en donde hay actividad humana (por ejemplo, maizales), y en zonas urbanas y suburbanas. El rango de altitud donde vive esta serpiente va de 1100 metros a 3500 metros. Su dieta consiste principalmente en pequeños mamíferos, especialmente roedores, aunque también se alimentan de lagartijas y pájaros. La época de reproducción es normalmente la primavera. Producen bastantes huevos, se han visto nidos con hasta veinte de estos.

Cuando la cincuate se encuentra frente a frente con otro ser vivo, incluyendo los humanos, su reacción es tratar de defender su posición en el terreno en el que está, a menudo irguiéndose y abriendo sus mandíbulas en pose amenazadora, y sisea fuertemente mientras agita su cola sobe el pasto o la superficie sobre la que se encuentre. Normalmente eso es suficiente para ahuyentar amenazas potenciales, pero si eso no funciona, la serpiente sencillamente trata de encontrar algún árbol para subir y así huir.

El nombre genérico de esta serpiente se deriva de las palabras griegas pith que significa “boca grande”, y ophis, “serpiente”. Los nombres específicos son patronímicos que honran a dos herpetólogos europeos, Ferdinand Deppe (1794-1861) y Giorgio Jan (1791-1866). Al ser una especie común en todo México, la cincuate también es conocida como cincuate mexicana, cincuate sorda, cincuate sorda mexicana, culebra sorda mexicana, alicante, cencuate, cencoatl o cincoatl. En Guanajuato me he topado con especímenes en la Bufa, Ex-Hacienda Santa Teresa, Mineral de la Hacienda, Marfil, Yerbabuena, San Luis de la Paz, Victoria, Xichú y en Guanajuato Capital. Actualmente se reconocen dos subespecies de cincuate. P.d. janii y P.d. deppei. Esta última puede verse en algunas zonas del estado como San Luis de la Paz y Victoria.

En cuanto a la presencia de la cincuate en el folklor mexicano, existen muchas supersticiones que no tienen fundamento científico. Una de las más comunes es la creencia de que puede succionar leche directamente de las ubres de una vaca o de los senos de una mujer que es previamente hipnotizada o adormecida. Esto es una absoluta fantasía. Hay todavía mucha gente que piensa que la cincuate hipnotiza a una madre para poder tomar la leche de su pecho, al tiempo que pone la cola en la boca del bebé para evitar que llore. Curiosamente, esta superstición, con diversas variantes, también se aplica a otras especies, incluyendo la shulva (P. lineaticollis), un familar de la cincuate (muy parecido a ella) que habita en el sur de México y Guatemala.

Sin embargo, esta creencia no es exclusiva de América Latina. En diversas zonas rurales alrededor del mundo hay creencias similares. Para mí es difícil concebir que hasta gente que ha recibido educación profesional dé veracidad a estas supersticiones y creencias. Un caso ocurre en Cuba, donde hay una boa, conocida como boa cubana, boa cubana de los árboles o Maja de Santa María (Chilobothrus anguilifer, synon= Epicrates anguilifer), Familia Boidae, una especie de aproximadamente 6 metros de longitud. En Norteamérica está la serpiente de leche (Lampropeltis triangulum), otro miembro de la familia de la cincuate. En Europa encontramos a la serpiente de pasto (Natrix natrix), otra especie de serpiente colubridae, y la serpiente europea (Vipera berus), Familia Viperidae.

Como dije, lo anterior no tiene posibilidades científicas de ocurrir, pues estas serpientes, que tienen pequeñas dentaduras y labios inflexibles, no pueden succionar líquidos y carecen de la enzima que permite digerir leche. La razón por la cual las personas se aferran a esa incoherente creencia es el hecho de que las heces fecales de la serpiente son blanquecinas, asociando el color con el blanco de la leche. También se culpa a la cincuate de úlceras blanquecinas en bocas de bebés, lo que en realidad es un brote de candida albicans, resultado de problemas en su sistema de inmunológico.

En cuanto a los supuestos poderes hipnóticos, el folklor mexicano es solamente uno de tantos en el mundo que adjudican este tipo de facultades a seres asociados con víboras y dragones. Estas creencias encuentran tierra fértil en la cultura popular por medio de mitos, leyendas, literatura y el cine, como por ejemplo Kaa, la poderosa serpiente protagonista de El Libro de la Selva de Rudyard Kipling, o Glaurung, el padre de los dragones en el Silmarilion de J.R.R. Tolkien. Todas esas atribuciones pertenecen solamente al mundo da la fantasía y no tienen nada que ver con la realidad científica. En el mundo del arte vemos este tipo de supersticiones en forma de imágenes, que pueden incluso tener tonos eróticos. Así encontramos a la Seraphita Cihuacóatl, quien presenta a la cincuate, junto con otras especies, como parte de las ilustraciones que refieren a entidades híbridas y con características de humanos y ofidios.

En México mucha gente las mata por considerar que tienen asociaciones con el demonio o alguna otra entidad maligna, creencia alimentada por el temor, la ignorancia y la superstición. Desafortunadamente, durante mis travesías en el estado de Guanajuato he visto muchos casos de serpientes decapitadas con sus cuerpos horriblemente mutilados. Tal fue el caso que presencié en octubre del 2013 explorando la Zona Chichimeca, donde una serpiente que había sido atropellada fue después mutilada. Asimismo, hay quienes practican brujería y usan la cabeza como amuletos mágicos, atribuyéndoles poderes sobrenaturales. Eso podemos confirmarlo visitando cualquier mercado donde se vendan este tipo de objetos.

La cincuate es igualmente una desafortunada víctima la vanidad, pues hay quienes la matan para utilizar su piel para elaborar objetos decorativos o de moda, y no sólo eso, sino que también se venden especímenes de cincuate en mercados ofreciéndolas como mascotas. Esto es ilegal, ya que, de acuerdo con la Lista Roja de Especies en Peligro del ICUN (organización internacional), comerciar con esta especie pone en peligro su sobrevivencia, además de que está protegida por la Legislación mexicana bajo la categoría A (en vías de extinción), aunque todavía la encontremos en todo el territorio.

Pero la esperanza se fortalece cuando se ve (y he sido testigo) a gente que respeta a las serpientes por su belleza y su importancia en el ecosistema. He visitado comunidades campesinas en donde se les protege, pues ofrecen un servicio incomparable protegiendo las cosechas de roedores, ayudando los agricultores a reducir pérdidas financieras en su producción de grano y otros productos alimenticios. Cierto es que las personas se asustan ante la idea de encontrar una serpiente, pero los mismos humanos en su desinterés por proteger el medio ambiente, tiran basura en sitios que no son sino nidos de ratas y ratones, lo que las atrae. Con todo, el hecho de que las serpientes se alimenten de roedores evita la propagación de enfermedades de las que son portadores, y esa es en sí una muy fuerte razón para proteger a la cincuate.

Leyendas y mitos son parte de una herencia cultural, pero cuando se traducen en una herramienta para ejercer crueldad innecesaria y eliminación de seres vivientes, hay que comenzar a trazar una fuerte línea divisoria. Mantengamos el folklor y su valor como herencia cultural ahí, el mundo de la ficción. Así, sea este artículo una invitación no solamente a reflexionar, sino a actuar y combatir la ignorancia y ayudar simultáneamente a promover la protección de los ecosistemas, mis queridos lectores.

REFERENCIAS

Duellman,W.E.; 1960. A Taxonomic Study of the Middle American Snake, Pituophis deppei; University of Kansas Publications;Museum of Natural History, Vol 10,No 10, pp. 599-610. University of Kansas, Lawrence, Kansas.

Julio A. Lemos Espinal, Hobart M. Smith, James R. Dixon & Alexander Cruz; 2015. Anfibios  y reptiles de Sonora, Chihuahua y Coahuila, México. 2 Tomos. CONABIO.

Hammerson, G.A. Vazquez Diaz, J. Quintero Díaz G.F. & Flores-Villela; 2007. The ICUN red list of threatened species.

Raul Hernandez Arciga; 2012. Etnoherpetología en la Sierra Gorda de Guanajuato; en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. Instituto de Ecología del Gobierno del Estado Guanajuato y CONABIO. Volumen II: pp 227- 231.

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