Ecos de Mi Onda

Mi Guanajuato Mágico, rumbo y destino (II, II)

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Una historia no sólo es verdad cuando se narra como ha sucedido, sino también cuando relata cómo hubiera podido acontecer. 
Johannes Mario Simmel (1924, 2009), escritor austriaco.

El 9 de diciembre de 1988, hace exactamente treinta años, la Ciudad Histórica de Guanajuato y Minas Adyacentes, fue designada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con la aprobación del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, conocida como ICOMOS, organismo creado para apoyar en la designación de las obras dignas de recibir el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, y que a la vez se encarga de difundir los criterios sobre las teorías, métodos y tecnologías que son requeridos para valorar la conservación y protección de todos los sitios y monumentos de comprobada importancia cultural para la humanidad.

Así pues, para ser incluida en el catálogo de Patrimonio Cultural, la ciudad de Guanajuato tuvo que demostrar el cumplimiento de los requisitos establecidos para el caso y comprobar que constituye una obra maestra del genio creativo, en la que se manifiesta el intercambio de valores mediante su arquitectura peculiar, planificación urbana y el conjunto de sus obras, edificios y monumentos, aportando con esto un testimonio vivo de una tradición cultural, un ejemplo sobresaliente de una etapa representativa de la historia humana, relacionada además con sucesos y tradiciones de gran significado universal, en un marco auténtico de ingenio humano. Guanajuato presentó ante la UNESCO su inventario de bienes,confirmando que no sólo había preservado estos bienes patrimoniales, sino que sobre su propia autenticidad había sumado argumentos de valor, dinámica que se mantenía a esa fecha.

Para ICOMOS, las obras y monumentos que tienen algún valor arquitectónico, histórico o artístico que los hace únicos, son protegidos por organizaciones especializadas para preservar su valor a lo largo del tiempo y evitar su deterioro. Como patrimonio material, es esencial asegurar que los bienes culturales se conserven en buen estado para el disfrute de las generaciones futuras, por tanto, para conservarlos y restaurarlos si se ven afectados por alguna alteración, es necesaria la intervención de profesionales especializados en el área, que cuiden tanto de los elementos materiales que los constituyen, como del respeto estricto de su significado histórica y cultural.

Es importante mencionar que ICOMOS tiene como función supervisar el patrimonio en riesgo de deterioro, para lo cual debe recibir el acopio de información sobre las causas y efectos de los factores que constituyen el riesgo, para darle entonces un seguimiento especial con ayuda de las autoridades nacionales y locales, a fin de resolver con oportunidad los problemas identificados.

En nuestro país, la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dirige todos los procesos relacionados con la conservación y restauración de los bienes muebles e inmuebles del patrimonio cultural en México, vinculando los esfuerzos federales, estatales y privados responsables de salvaguardar esta herencia material y de valores culturales intangibles,mediante políticas de planificación, estrategias de acciones concertadas y gestión de financiamiento en los tres niveles de gobierno y con la sociedad civil organizada.

Dentro de los beneficios que se derivan del nombramiento de la UNESCO, se contemplan ventajas evidentes en la disponibilidad de recursos provenientes de diversas fuentes de financiamiento, destinados en específico para la protección,conservación y restauración del patrimonio material e intangible, por parte de organismos nacionales e internacionales, además de que significa un factor decisivo de atracción turística a nivel mundial, lo cual finalmente produce un mayor impulso potencial para la generación de empleos y recursos para el desarrollo económico y social en la localidad específica, además de generar en la comunidad un sentimiento genuino de orgullo, identidad y autoestima, que conduce de manera espontánea a promover una conciencia sensible a la protección de los valores culturales intrínsecos.

Una condición esencial que deben cumplir las ciudades patrimonio, es contar con un plan de gestión del patrimonio, es decir, un documento en el que se detalla todo el conjunto de aspectos patrimoniales importantes del sitio, presentando asimismo las políticas aplicadas para gestionar los modelos de preservación de los valores en el uso y apreciación con respecto al tiempo. El plan de gestión deberá identificar los valores del bien en cuestión; las limitaciones y oportunidades que los valores patrimoniales imponen al uso futuro; especificarlas exigencias del propietario respecto a las intenciones del uso; equilibrar la información y trazar las políticas y estrategias convenientes para obtener resultados compatibles.

Se considera que todos los sitios patrimonio catalogados deberían contar con un plan de gestión (incluso una serie de planes de gestión vinculados) que indique en detalle la forma como se van a mantener en buen estado los valores patrimoniales locales. Planes que deberían ser revisados periódicamente, incluyendo la evaluación de los resultados alcanzados en cada una de sus etapas estratégicas.

La grandeza de la ciudad de Guanajuato como centro minero disminuyó de manera notable, aun cuando la actividad minera se ha mantenido dentro de los diez estados productores de oro y plata, existiendo todavía varias minas en activo, si bien con problemas intermitentes, como ocurre con las minas tradicionales de Valenciana, Rayas, Mellado y Cata. Sin embargo,es evidente que el número de trabajadores en las empresas mineras ya no constituye el porcentaje significativo que tuvo en años pasados.

La población total de la ciudad de Guanajuato en el censo del año 2015 fue de 184,239 habitantes, casi 40 mil habitantes más que en el recuento del año 2000,presentándose un incremento poblacional que ha tenido un fuerte impacto en el desarrollo urbano. Viéndose reducida la oferta de empleo por el sector minero,el mercado laboral  se ha centrado primordialmente en actividades universitarias, funciones administrativas del gobierno del estado con sede en esta capital, labores técnicas y administrativas del gobierno municipal, giros comerciales diversos y en servicios varios relacionados con el sector turismo.

El área central de la cañada creció progresivamente hacia la parte superior de las laderas, sobre los niveles de lo que constituía la carretera panorámica,rebasada ahora de manera absoluta sin contar con un plan razonable decrecimiento urbano, en la observancia del respeto a los lineamientos de construcción de las edificaciones, ni en la configuración coherente de nuevas vialidades. Ha sido totalmente desafortunado el crecimiento hacia la zona sur del municipio, en la que aun cuando se trata de una amplia planicie con un ligero declive hacia el Bajío, no aplicó ningún plan de ordenamiento, con un desarrollo caótico en el que, a pesar de que una fracción cada vez mayor de la población habita ese polo urbano, existe sólo una arteria importante de desfogue, con zonas habitacionales que a su interior pueden contar con un urbanismo relativamente funcional, pero que se topa con cuellos estrechos en la fluidez de tránsito, lo que ha creado una gran zona de intenso conflicto vehicular.

La zona sur también es Guanajuato, una sección con una urbanización pésimamente configurada, en la que literalmente primero se construyeron las casas y ahora se tendrá que ver cómo se van a construir las calles. Las causas de estos problemas se encuentran en los permisos de urbanización sin apegarse a los planes de un ordenamiento territorial lógico, priorizando los intereses abusivos de una parte de la industria constructora.

En la zona centro de la ciudad, con una cantidad importante de fincas catalogadas,la función del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como organismo federal supervisor, conjuntamente con las autoridades municipales, han quedado mucho a deber, al verse envueltos en conflictos de intereses, generados por la autorización y encubrimiento en la proliferación de numerosas antenas de sistemas electrónicos, que han afectado de forma notable el paisaje urbano original; en la construcción de edificaciones de mayor altura a la reglamentaria, en la construcción de terrazas dedicadas a restaurantes y bares que funcionan hasta altas horas de la noche, generando una contaminación sonora estruendosa, que se multiplica por las condiciones propias de la cañada; en los permisos de construcción de un hotel en la parte baja de la llamada Casa Colorada, la cual actualmente se encuentra suspendida, sin tenerse en claro cuál será la decisión final.

Es también evidente la tremenda presión que se percibe en la población que habita la zona centro, para despojarla de su carácter habitacional, lo que se manifiesta por el incremento notable de permisos para que algunas casas funcionen como bares, lo que la viene convirtiendo en territorio de intensa contaminación auditiva, de alto consumo de alcohol y de otras sustancias adictivas.

Es claro que el centro tradicional de la ciudad de Guanajuato se encuentra permanentemente sobresaturado, con una infraestructura insuficiente en materia de estacionamientos; baños públicos; jardines y plazas de convivencia social,con la invasión arbitraria de bares, restaurantes y comercio semifijo y ambulante. Es decir, las estrategias en materia turística han optado por deslindarse de los valores arquitectónicos, históricos y culturales propios dela ciudad de Guanajuato, que le significaron su designación como Patrimonio dela Humanidad y degradar estos valores en aras mercantilistas de promover un turismo insustancial y trasnochado.

Existe mucho por reflexionar, hay una enorme tarea para corregir las desviaciones a la identidad urbana de Guanajuato y sus valores culturales, lo que sin duda,pensándolo bien, generaría en realidad mejores expectativas en materia turística. Se tiene que empezar por informar a la población de la existencia de un cuadro situacional crítico y desventajoso para un desarrollo económico y social a mediano y largo plazo.