Histomagia

Sueño coincidente

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Guanajuato es una ciudad muy de reuniones, tanto de vivos como de muertos, o de muertos con gente viva, porque los fantasmas y espíritus no necesariamente son malos, la mayoría de las veces son familiares amorosos que quieren seguir cuidándonos desde el más allá. A veces se presentan en las casas físicamente, y a veces se aparecen entre tus sueños.

Esto viene a colación, porque recientemente Hugo, mi esposo, ha tenido sueños con personas que él asegura no conoce, esos desconocidos se aparecen en sus sueños y no lo dejan en paz, de hecho, lo alejan de sus seres queridos. Sin embargo, en el más reciente de sus sueños se aparece su papá, Don Pedro y lo que sucede es realmente sorprendente.

Hugo me cuenta que una de las cosas que le decía su papá cuando ya estaba convaleciente de su enfermedad terminal, es que cuando muriera iba a ir a buscar a su mamá, la cargaría en brazos y se la llevaría caminando hasta la eternidad. Don Pedro fue huérfano de padre y madre, en sus primeros años sufrió mucho en hogares donde no fue bienvenido, y la verdadera felicidad fue al casarse y tener a sus cuatro hijos, eso siempre lo llenó de alegría, pues el cuidarlos y procurar que no les faltara nada era su meta. Así que el que la familia lo extrañe a mares no sorprende, es por eso que siempre lo tienen cerca, ya sea en fotografías, y en una urna en una iglesia cercana a la casa familiar. Además, no es raro que ellos lo sueñen cuando lo extrañan o cuando el amor desmedido que sintió hacia mi suegra, Doña Boni, quien aún lo echa de menos, lo trae de regreso, pues resulta una total coincidencia el que ella lo haya soñado exactamente esa misma noche. Ella soñó que Don Pedro iba por ella, la tomaba de la mano y Doña Boni claramente sentía como tocaba su mano, se sentía tan real, como cuando él estaba vivo; ella se levanta de la cama, se deja guiar, va con él a la puerta de la recámara, la abren y es ahora que no estaba el pasillo, sino una calle polvosa, sola, seca, y ahí ella se despertó, dándose cuenta que todo había sido un sueño.

En su sueño, Hugo me cuenta que su papá bajaba las escaleras de la casa e iba a dar al pasillo que conecta las recámaras, Hugo iba tras de él y en el instante que su papá iba a entrar al cuarto de Doña Boni, Don Pedro volteó a verlo y comenzó a decirle algo que mi esposo no lograba comprender, sólo veía cómo la luz que estaba detrás de su papá enfatizaba los rasgos de desesperación y los movimientos de sus manos como advirtiéndole de algo, Hugo estaba incrédulo y me dijo que sólo escuchaba balbuceos. Al ver que su hijo no lo entendía, Don Pedro abrió de forma desesperada sus ojos, hasta que de pronto guardó silencio, callado, entonces su mirada se dirigió hacia la entrada del pasillo, Hugo voltea de inmediato, ambos lo hacen, y ven cómo una luz brillante ilumina todo el lugar, mi esposo se cubre los ojos y al abrirlos su papá ya no estaba ahí, se fue, regresó a su sueño eterno.

Tal vez Don Pedro quiso advertirle de la enfermedad mía que se agravó o de la enfermedad de mi suegra, ambas caímos en cama esa semana hasta el hospital, y como recientemente falleció su tía, quizás era una llamada de atención a que cuide a sus mujeres, sobre todo a su madre, porque al menos aún la tiene con vida. Don Pedro nunca tuvo la fortuna de estar con la suya, igual es para que la valore y la tenga aún más en cuenta, pues él siempre, desde el más allá, los cuidará y dejará un momentito sola a su mamá para poder venir, aunque sea en sueños, a proteger a sus hijos. ¿Te gustaría saber más de los sueños que unen a vivos y muertos? Ven, lee y anda Guanajuato.