Jesús Elizarrarás Farías: Compositor de “Tierra de mis amores”

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Octavio Hernández Díaz

Recordamos con afecto al  Maestro Jesús (Chucho) Elizarrarás Farías, un personaje de oro y plata que nació un 26 de junio de 1908 y trascendió el 10 de enero 2005 a las 10:10 horas; hace 16 años. Él, hijo amoroso, al no tener dinero para comprar un regalo para su amada madre, se colocó en su habitación y a la luz de una vela, en 1928, comenzó a escribir y a interpretar la añoranza de su madre por la tierra que le había visto nacer: le platicaba que habían nacido entre sierras y montañas y que Guanajuato tenía un cielo azul bellísimo que inspiraba paz. Tiempo antes, su madre con sus hijos,  tuvo que salir de su tierra para tratar de salir de la pobreza y voltear con agradecimiento hacia la Virgen de Guanajuato, a quien le profesaba gran devoción, para pedirle les bendijera en su nuevo camino. También le platicó al joven Jesús el gran amor que le tuvo a su padre, de quien se enamoró por vez primera. Elizarrarás supo plasmar en una hoja la poesía y entregársela a su progenitora como obsequio de cumpleaños, al terminar de cantar el tema le dijo “Pepita”, su mamá: «¿Y cómo se titula?». Chucho se quedó atónito, sonrió nervioso y apenado le respondió: «No sé, tú ayúdame». Sin pensarlo, de inmediato le expresó: «Pues cómo va a ser: Tierra de mis amores».

Jesús Elizarrarás Farías en su juventud (Foto proporcionada por Octavio Hernández)

El tema se ha interpretado miles de ocasiones, por noventa y tres años, con arreglos sinfónicos, de mariachi, orquestales, destacados solistas y en diferentes idiomas.  Su producción como poeta y compositor fue amplia, se registran temas como “Serenata a Guanajuato”, “Tus ojos cafés”, “Tengo a quien querer”, “Par de estrellas”, “Dos corazones”, “Estrellita de Acapulco”, el paso doble “Luís de seda y oro”, entre otras más.

También es justo reconocer que las personas que cuidaron al Maestro Elizarrarás, Sra. Francisca Reynoso Juárez, Doña Paquita y sus hijas, quienes le llamaban “padrino”, fueron quienes donaron a Guanajuato, un archivo fotográfico muy extenso de la trayectoria familiar y artística de nuestro paisano. En las imágenes, se registra su momento de infancia, de juventud, como estudiante de conservatorio, como productor artístico e impulsor de programas de radio y televisión. Un punto que quiero destacar es la amistad que por siempre tuvo con Eulalio Ferrer, publicista y donante a Guanajuato de la más grande colección escultórica, pictórica y documental sobre el Quijote. Ambos conformaron una mancuerna que fortaleció una plataforma cultural impresionante para los artistas de la época. Entre los años 1959 y 1960, se constituye como empresario y es propietario de su propia agencia de publicidad; promueve cuatro programas de radio cada semana y dos de televisión.

Jesús Elizarrarás Farías probablemente en su etapa de productor artístico (Foto proporcionada por Octavio Hernández)

En mayo del 2013 se enalteció a Guanajuatenses al colocar bustos en el Jardín del Cantador. Don Chucho fue elegido y dignamente se ubica en ese espacio de esparcimiento en donde diariamente los niños pasean en bicicleta… Don Chucho me decía: «¿Sabes por qué me gusta venir a Guanajuato? Porque quiero que los niños sepan que el compositor de Tierra de mis amores vive». Su comentario de alguna manera fue profético, pues “él está ahí”, disfrutando de la alegría de los niños que seguramente en múltiples generaciones no dejarán de rondar y Don Chucho los “verá” pacientemente jugar y pasear.

El Maestro Jesús (Chucho) Elizarrarás era un poeta, hoy quiero compartirles en especial, “Serenata a Guanajuato”; el 6 de abril de 1987 me envió el tema, la partitura y el siguiente texto: “Canción  escrita para los estudiantes, que con su presencia y juventud alegran mi ciudad, honrando a nuestra Universidad con su amor al estudio y ennobleciendo las románticas noches de serenata para requiebros amorosos, y vienen a mi tierra para abrevar sabiduría y cultura engalanando los romances que florecen en rejas y balcones. Para ellos, los alegres estudiantes, dedico mi canción”.

Serenata a Guanajuato

Guanajuato que te envuelves en la bruma

del recuerdo de tu historia sin igual

tus callejas embrujadas por la luna

son de amores y romances manantial.

Tus alegres estudiantes son testigos

del idilio que surgiera en floración

al enlace del clavel y la gardenia

en la tibia serenata de tu Jardín de la Unión.

Guanajuato de leyendas y blasones

de tu estirpe señorial me enamoré

y al hechizo de tus mágicos balcones

noviecita provinciana yo encontré.

Aquí está tu cantador enamorado

que te ofrenda con el alma su canción

Guanajuato de mi vida gran pasión

fuiste cuna y serás tumba de mi triste corazón.

En el año 2009, el Maestro Jesús Elizarrarás Farías fue reconocido como “Guanajuatense Distinguido”. Es un ser humano sumamente querido por los guanajuatenses y con ese afecto él sigue viviendo entre las plazas y callejones de nuestra ciudad, su poema es una añoranza, lo traemos en las venas, en especial cuando dice: “Mi Guanajuato, yo solamente quiero un rinconcito para descansar en él”.

El Maestro Jesús Elizarrarás Farías es un personaje honorable, hoy es parte de la cultura artística musical de los guanajuatenses. Él fue, como decía, un cantador enamorado que ofrendó con el alma su vida, su pasión y su canción a Guanajuato, enalteciendo a su bendita tierra al escribir: “fuiste cuna y serás tumba de mi triste corazón”. Don Jesús, siempre profético, se transfiguró a la inmortalidad, pues en cada familia, en cada guanajuatense de todas las generaciones, se registra y se interpreta con nostalgia y amor por Guanajuato Tierra de mis amores.